La selección 'azzura', dirigida por Donadoni, logró su pase a cuartos de final tras derrotar a la Francia de Raymond Domenech por 2-0. Desde el primer momento, se preveía que iba a ser un duelo emocionante y tenso, ya que, además de que la que perdiese se iba al dique seco (debido a la derrota de Rumanía), también había hambre de revancha mundialista por parte de los galos, y bueno, luego estaba el espectáculo que siempre augura un Italia-Francia, y el hecho de que tanto Domenech como Donadoni podrían ser destituídos si caían eliminados. Con todo esto, y pese a que las dos selecciones llegaban al partido en un mal momento, se pensaba que habría emoción y buen juego. Pero ni una cosa ni otra. Francia, siete minutos después del pitido inicial, perdió a su estrella, Ribery, retirado dolorido en camilla. Si antes los 'bleu' jugaban mal, imagínense ahora sin el del Bayern. Pero la mala suerte no dejó en paz a Francia, y, en el 24', los de Domenech se quedaban con 10 por un penalty cometido por Eric Abidal sobre Luca Toni no muy claro, ya que el lateral del Barcelona llega a tocar balón. Sin embargo, el colegiado lo ve claro. Penalty a favor de Italia y expulsión para Abidal. Coupet bajo palos, Pirlo desde los 11 metros. Rara vez falla el de Flero desde ahí. 1-0. Ahí acabó todo para Francia, y casi sin quererlo, así se fueron los primeros 45 minutos de partido.
Sin embargo, tras el descanso, sin Ribery y con un jugador menos, los de Domenech salieron motivados, en especial Thierry Henry, quien, consciente de que ese era su último partido de 'bleu', salió en busca de todos los balones, combatitivo como pocas veces le hemos visto. También Karim Benzemá, el del Lyon, salió motivadísimo, y tanto su juego como el de 'Titi', podían presagiar algo grande. Pero claro, Francia carecía de un motor. 'Zizou' se retiró hace ya dos años, y los galos parecen aún no enterarse. Makelele ejerce de corta-balones, al igual que su compañero en el mediocentro Toulalan. Govou estaba totalmente a por uvas, y a Samir Nasri, entrado por Ribery, se le notaba que no está tan madurito como otros creen, y que, a día de hoy, no puede suplir al del Bayern. Italia, por contra, estaba más centrada, demostrando, una vez más, que cuando se necesita de su fútbol, están ahí, jugando bien. Pirlo parece buen maestro para De Rossi, que ya empieza a hacerse notar, y Aquilani, quien, al igual que Nasri, aún tiene que tomar bastante Cola-Cao, pero que ya muestra algunos atisbos de clase aprendidos, como no, del del Milan.
Así estaba el partido, cuando, en el 62', una falta botada por De Rossi que busca portería es desviada por Henry, cambiando así la trayectoria de una pelota que, engañando a Coupet, acabaría en el fondo de las mallas. 2-0. Ahí acabó Henry. Y con él Francia. Ni tan siquiera la entrada al campo de Nicolas Anelka hizo cambiar las cosas.
Con este resultado, Italia logró el pase a cuartos, donde se medirá a España. Raymond Domenech, por cierto, tras el partido pidió matrimonio a su novia en directo desde una televisión. Todo un detallazo. Parece que el ciclo del de Lyon con la selección absoluta presenta un desenlace cercano, aunque las genialidades de Raymond, que lleva a Francia en la sangre como pocos, quedarán siempre presentes.
El pase de Italia a cuartos se hizo posible gracias a la derrota de Rumanía, que dependía de si misma, ante el equipo 'B' de Holanda. Muchos creían que los de Van Basten iban a dejarse ganar ante los rumanos porque no les interesaba el pase ni de Italia ni de Francia, a priori muy superiores al combinado de Viktor Piturca. Pero no fue así. Italianos y franceses tienen que comerse ahora sus palabras contra los amaños y esas cosas, porque los 'oranges' dieron otra lección de buen fútbol y de calidad, y ya van...
Tras un par de ocasiones marradas en un comienzo titubeante por Mutu y Codrea por parte rumana, Holanda se hizo dueña del choque, y, capitáneada por un magnífico Engelaar (uno de los pocos titulares alineados), los Afellay, de Zeevw, Bouma, Huntelaar o Van Persie comenzaron a demostrar al equipo técnico de la nueva 'naranja mecánica' que ellos también cuentan. No solo tocaban y tocaban, sino que tampoco, y más importante, dejaban jugar al combinado de Piturca.
El gol, previsible para los de Van Basten, no llegó hasta la segunda parte, en el 55', cuando Huntelaar remachó a placer un centro desde la derecha. Ahí acabó el sueño rumano, que era un constante quiero y no puedo, y tomó más fuerza la fiesta holandesa. Van Persie acabaría matando a Rumanía tras sacarse una jugada de las suyas y fusilar al meta ex de Ajax o Mallorca Lobont.
Con 2-0 también acabó el partido. Ahora Holanda se las verá en cuartos con Rusia, que venció también por dos goles a cero a Suecia, y la victoria de los de Van Basten hace factible la 'vendetta' española ante Italia por todo lo ocurrido en el mundial de USA 94, cuando, además de caer injustamente ante los italianos, vimos como el lateral Tassotti le partía la nariz a Luis Enrique a drede en un salto. ¿Quién dijo miedo?
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