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domingo, 4 de agosto de 2013

¿La mejor Liga del Mundo?

Desde que el pasado 26 de Abril el abogado Javier Tebas fuese proclamado presidente de la Liga de Fútbol Profesional, se vanagloria de estar acometiendo una vigorosa lucha contra las irregularidades perpetradas en el fútbol español los últimos años. De luchar por la justicia y la pureza, por la pulcritud y transparencia de una competición cada vez más infame y corrupta.

Sin embargo, resulta difícil creer que el mismo empresario, con raíces en Huesca pero nacido en Costa Rica, que ayudase a Dimitri Piterman a llevarse nada menos que veinte millones de euros de un Alavés al que dejaron absolutamente hundido en los suburbios del fútbol, y que tantas veces ha colaborado con polémicos administradores como Ruíz-Mateos o Lopera, fuese la persona encargada de 'limpiar' la competición española, tan enturbiada en los últimos tiempos por la alargada sombra de los amaños de partidos y la deshonestidad.

El primer paso de Tebas en su cometido fue anunciar el pasado 4 de Junio el descenso administrativo del Guadalajara, inmerso entonces en su lucha por salvar la categoría en Segunda División, o Liga Adelante, a Segunda B, por unos supuestos "incumplimientos en los procedimientos para su conversión a sociedad anónima deportiva". No creo que haya que estudiar un máster para darse cuenta de que hasta con esta primera decisión, el señor Tebas había comenzado a dar palos de ciego, anunciando el descenso de un equipo con la competición sin haber finalizado, con todo lo que ello podría conllevar en el devenir del campeonato.

Parecía complicado entender cómo podría haberse tomado esta decisión sobre un club como el Guadalajara, al día de pago con sus jugadores, un club solvente, que sin hacer ruido estaba intentando abrirse hueco en la categoría. El caso es que, desde hacía varios años, el anterior dirigente de la LFP, José Luis Astiazarán, había acordado con los cuarenta y dos equipos que fuesen a participar en la Primera o Segunda División española que debían, como "requisito indispensable", convertirse a "sociedades anónimas deportivas" para poder competir, con un mínimo de tres millones de euros de presupuesto. El Guadalajara, presidido por Germán Retuerta, parecía tener depositado el dinero en las cuentas del club, pero una auditoría realizada por la LFP el pasado Noviembre descubrió que esos tres millones no eran tales. Así, Tebas se querelló ante el presidente del club alcarreño, Germán Retuerta, por "estafa, apropiación indebida y administración desleal" del dinero, acusándole de haber hecho el llamado acordeón, depositando esos tres millones en el fondo del club para retirarlos una vez éste fuese supervisado por la LFP. De poco han servido todas las alegaciónes del club manchego para tratar de esclarecer esta trama, e intentar demostrar que las cosas no han sido así. Tebas ha sido tajante y les ha mandado a Segunda B. Resulta satírico que un club al día de pago, que cumple y se convierte a sociedad anónima deportiva (desde ahora SAD) como mandan los cánones, y ajeno a las deudas, descienda en los despachos por algo así. Es curioso que se descienda a clubes que han pasado por dificultades económicas para pasar a ser SAD, cumpliendo así el "requisito indispensable", mientras que hay otros cuatro equipos profesionales, los cuatro de Primera División, ni han iniciado los trámites ni tienen siquiera pensado hacerlo, desafiando la política de Tebas: se trata de los tres históricos, Real Madrid, Barcelona, y Athletic de Bilbao, y el Club Atlético Osasuna. Pero no pasa absolutamente nada.

Para esta temporada, se había acordado ampliar ese requisito presupuestario en un millón, por lo que cada club debía tener cuatro millones de euros, como mínimo, de fondo. Durante este verano, Tebas ha hecho especial hincapié en este aspecto, anunciando que se perseguiría a aquellos clubes que no cubriesen gastos o que tuviesen deudas con sus jugadores, con plazo para afrontarlas hasta las 23:59 del 31 de Julio. En este sentido, se temía por el futuro de equipos modestos pero solventes como el Mirandés o el Lugo, con posibles dificultades para alcanzar esos cuatro millones de presupuesto, u otros como Deportivo o Murcia (que curiosamente ocupó la plaza del Guadalajara en la Liga Adelante), acuciados por las deudas. Así, el pasado martes, 30 de Julio, Tebas anunció en los micrófonos de Radio MARCA que el Mirandés estaba descendido federativamente "por no haber podido solventar los problemas a tiempo" (con más de veinticuatro horas de margen todavía para hacerlo, algo que finalmente hizo asestando un golpe brutal a la credibilidad y estabilidad de Tebas), y que temía sobremanera por el futuro de Deportivo. Hasta ahí todo parecía seguir el guión estipulado, pero entonces la historia dio un giro radical cuando Tebas continuó diciendo que ese mismo martes por la mañana se había "procedido a realizar una auditoría de urgencia tras ser detectadas irregularidades" sobre las cuentas de otro club al que nadie podía poner en estas quinielas, un equipo cumplidor, sin un atraso en los pagos, sin una sola deuda, una denuncia ni un solo problema, uno de los cinco únicos clubes profesionales con sus cuentas completamente saenadas, el Alcorcón. La noticia cayó como un jarro de agua fría sobre jugadores, afición y todo el ámbito alfarero, que no daban crédito a las palabras del presidente de la LFP, que amenazaban con el descenso a Segunda B. En efecto, el presidente del club, Julián Villena, se encontraba en Barcelona supervisando de urgencia las cuentas del club junto a la comisión de Tebas. Desde el club lanzaban un comunicado oficial que era tan seco y mustio como poco tranquilizante y alentador.

El caos empezó a correr como la pólvora. Los aficionados alcorconeros no podían creerse lo que estaba pasando, y una gran pregunta se imponía sobre todas: ¿por qué?. El caso es que, parece ser, el club alfarero había acordado el pasado verano el poder llegar a los cuatro millones de euros necesarios para estar en Segunda División durante el curso liguero. El mismo martes, el montante acumulado era de 3'2 milones, faltando ochocientos mil euros que correspondían a una deuda millonaria del Ayuntamiento de Alcorcón con el club en concepto de las subvenciones acaecidas entre los años 2007 y 2011 que el por entonces alcalde de Alcorcón, el socialista Enrique Cascallana, se había comprometido a abonar al equipo, y que desde el club esperaban como agua de Mayo. Las reacciones del actual alcalde de Alcorcón, David Pérez, no se hicieron esperar, y el Ayuntamiento confirmó el abono de esos ochocientos mil euros al club durante el mediodía del viernes, más de veinticuatro horas después de la expiración del plazo. Un dinero que tendría que haber sido abonado hacía más de dos años pero que no ha llegado hasta que no han comenzado a verle las orejas al lobo. Si es que no se veía entero ya al animal.

Como era de esperar, el pago de la deuda no sirvió para calmar los ánimos en el seno alcorconero. El dinero estaba el viernes, sí, pero la cuestión es que tendría que haber estado, como fecha tope, para la noche del miércoles. Una noche del miércoles en la que la LFP anunció la permanencia de todos los clubes en peligro previamente mencionados, a saber, Lugo, Mirandés, Deportivo y Murcia, al haber podido "solventar sus irregularidades". Curioso que un club como el Deportivo, con casi 200 millones de euros de deuda y cuyos jugadores acumulan meses de atraso en los impagos, recibiese una dosis tan alta de mano derecha por parte de la LFP para poder subsanar su economía y mantenerse en la categoría. Una concesión que no se otorgó, ni por asomo, a Guadalajara, Mirandés, o el propio Alcorcón. Tebas recuerda a ese típico profesor de instituto resentido, amedrentado y no respetado por los matones de turno, y que tiene que descargar su ira sobre esos otros alumnos trabajadores, educados, humildes y cohibidos para reforzar su autoridad e identidad.

Para más inri, el mismo viernes salió publicada la relación de equipos inscritos para competir en la Liga Adelante esta nueva temporada, así como el calendario de las dos primeras jornadas. Siguiendo rizando el rizo de la incertidumbre, el Alcorcón no salía como equipo inscrito, pero sí salía en el calendario. De locos.

Así pues, al aficionado del Alcor no podía hacer más que esperar. Esperar la resolución de una auditoría que había sido emitida a menos de cuarenta y ocho horas para que se cerrase el plazo para poder subsanar las irregularidades acometidas durante la temporada, sin tiempo alguno de reacción, y cuya publicación parece prevista para este próximo viernes 8. Esperar también la reacción de la Asociación de Futbolistas Profesionales, la AFE, dirigida por Luis Manuel Rubiales, y que en los últimos años tanto ha abogado por la defensa de los futbolistas, habiendo sido clave en muchos procesos, como la salvación del Deportivo hace unos pocos días, sin ir más lejos. Y sobre todo, esperar alguna noticia desde dentro del propio club que incite a la tranquilidad y a la esperanza.

Pero los aficionados no son los únicos que no pueden dormir por todo esto. También lo están pasando francamente mal los propios jugadores, que a falta de dos semanas para que empiece la competición, no saben si su equipo podrá ser de la partida. Son muchas familias pendientes de Tebas, de ese hombre que lo dirige todo. Muchas familias que, en caso de que se confirme el fatal desenlace, tendrán que rehacer sus vidas por completo. Futbolistas claves en uno de los vestuarios más unidos y con mejor feeling de la categoría, como son Sergio Mora, Juli Cerdá, Quini o Nagore han dejado clara su incertidumbre y desconcierto a través de las redes sociales, y tampoco tienen ni la menor idea de lo qué está sucediendo, pues continúan entrenando y preparando la próxima temporada sin saber siquiera si de aquí a dos semanas van a poder seguir jugando. Posibles incorporaciones del equipo, como los jóvenes Dani Pacheco (Liverpool) y Cristian Alfonso (Espanyol) están en punto muerto a expensas de saber qué será del club alfarero. Todo ello sumado al desastre absoluto y visceral que supondría para las arcas y las cuentas del club ese fatídico desenlace en el que nadie quiere pensar.

Para ennegrecer aún más este caos, el Diario AS lanzaba hoy una información que desvelaba que la LFP ya había tomado la decisión de descender de categoría al Alcorcón, y que su plaza en Segunda División la ocuparía el Huesca, penúltimo clasificado el pasado año en la Liga Adelante, puesto que su predecesor inmediato, el Racing de Santander, histórico del fútbol, podría ser descendido a Tercera División por supuestos amaños en sus encuentros ante Hércules y Girona. ¿Es casualidad que el Huesca, el club de la tierra de Tebas, del que curiosamente también fue presidente entre 1993 y 1998, ascendiéndole a Segunda B, sea el gran beneficiado de toda esta tropelía? Esta información, que ha sido desmentida por la propia LFP, ha hecho que las antorchas sigan manteniéndose igual de altas en Alcorcón, esperando que alguien diga o haga algo que pueda dar pie a un poco de calma entre tanta tempestad.

En muchas ocasiones, se suele alardear de que la Liga Española es "la mejor Liga del mundo". Visto lo visto, se plantea una reflexión: ¿se puede decir que la mejor Liga del mundo es aquella en la que dos equipos fichan a sus anchas mientras el resto tiene que malvender a sus estrellas para poder salir adelante? ¿Tendría la mejor Liga del mundo un presidente tan extraño, polémico, siniestro, e involucrado en varias tramas mafiosas como el señor Tebas? ¿Es posible que la mejor Liga del mundo no sepa los equipos de su misma competición a menos de dos semanas del inicio de la misma? ¿Se permitiría en la mejor Liga del mundo el descenso federativo de un equipo por una irregularidad solventada, mientras otros mantienen la categoría mientras, acogiéndose a inútiles estatutos como la Ley Concursal, fichan jugadores a sus anchas con deudas ultramillonarias? Y lo más importante, ¿preferiría contar la mejor Liga del mundo con equipos que acumulen meses sin pagar a sus jugadores y opulentas deudas en lugar de con otros totalmente solventes, con todos sus empleados cobrando al día, y que hagan sus deberes con paciencia y buen trabajo? 

En el aire entonces queda una pregunta, ¿Es, por tanto, la Liga Española, la mejor Liga del mundo? Juzguen ustedes mismos.

Otro año sin Puerta