El tenis no es como el fútbol.

Una vez más, se ha demostrado que el fútbol y el tenis son deportes bien distintos. En fútbol, los equipos españoles casi siempre que se han topado con los alemanes han corrido la misma suerte, la derrota; un buen ejemplo es la inmerecida eliminación del Getafe en la copa UEFA el pasado Jueves, tras jugar muy bien durante el encuentro y con un gol en el último minuto de la prórroga, mientras en tenis, todo es bien distinto en los últimos años. Ayer, una vez más se cumplió lo dicho, y España se adelantó 2-0 en la eliminatoria de cuartos de final de la Copa Davis, dejando muy favorable la eliminatoria.

El primer encuentro de la eliminatoria enfrentaba al número dos alemán, Nicolas Kiefer (47º de la ATP) contra el número uno español, el mallorquín Rafael Nadal (2º de la ATP). El encuentro comenzaba con dificultades para el alemán, que se veía obligado a salvar siete bolas de ruptura con sus saque en el primer juego, aunque después del inacabable juego se centró y comenzó a jugar con comodidad y soltura. Rafa también mantenía su servicio sin excesivos problemas, hasta que en el décimo juego Nadal conseguía la primera ruptura, aunque al siguiente juego Kiefer se la devolvería y forzaría un tie-break que Rafa se adjudicaría por 7-5 y también la manga por 7-6. El segundo set fue coser y cantar para el manacorí, el cual ganó por 6-0, al igual que el tercero, el cual cerró, junto con el partido, con un juego en blanco y por 6-3 en dos horas y cincuenta y nueve minutos de choque.

De este modo, Nadal demostraba que no se le había olvidado ganar en la Copa Davis, en la que acumula un parcial de 8-1 en encuentros con victoria, a pesar de no jugar en el torneo desde Septiembre de 2006. El balear conectó 35 golpes ganadores y convirtió cinco puntos de ruptura.

En el otro encuentro, el alicantino David Ferrer sudó para derrotar al número uno alemán, Philipp Kohlschreiber (25º jugador de la ATP), alargando un intenso choque hasta las tres horas y doce minutos de juego, los cuales comenzaron con un intenso set que el alemán ganó después del tie-break (7-6).

De nuevo, como es habitual, el de Jávea puso corage y casta en el juego y consiguió rebajar las aspiraciones de un confiado Kohlschreiber, que veía como el español daba la vuelta a la tortilla anotándose las dos siguientes mangas por 6-3 y 6-4, dando una lección al teutón, que se derrumbó mediado el cuarto set y entregó el set, el partido y el segundo punto de la eliminatoria a Ferrer, que se anotaba la última manga por 6-2.

El alicantino, que conectó dos saques directos, convirtió siete puntos de ruptura y cometió tres dobles faltas, deja así en manos de Verdasco y Feliciano López la sentencia rápida de la eliminatoria en el encuentro de dobles, que al cierre del artículo era favorable para el combinado español por dos sets a uno.