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sábado, 19 de abril de 2008

Enésimo capítulo de la crisis levantina


Si el pasado miércoles el Valencia lograba una victoria ante el Getafe que le acreditaba como el ganador de la Copa del Rey, el jueves el Levante veía como su míster, Gianni De Biasi, se fugaba a su tierra natal, Italia, para entrenar e intentar salvar al Torino, dejando así al Levante a dos velas, y con el técnico del juvenil Jose Ángel Moreno como entrenador del primer equipo indefinidamente. Y eso que el técnico el mismo viernes pasado dijo que iba a seguir en el Levante por lo menos hasta el final de temporada.

Lo cierto es que ya avisábamos en ésta web que la situación en L
evante no era buena. El motivo por el que De Biasi ha cambiado de parecer es bien claro, y es a donde quiero llegar. El plantel del club sigue sin cobrar ni un euro, desde hace meses, pero la situación ha empeorado, y mucho, en las últimas semanas.

A los jugadores les han embargado las casas, los coches, y casi todas sus pertenencias que, no olvidemos, ganaron gracias a su trabajo. Pero nadie es tan tonto como para seguir en ésta situación tan insostenible, y el viernes, el capitán Luisma Rubiales leía un comunicado de los jugadores que postulaba que en caso de no cobrar el dinero que se les debe, harían una huelga y no jugarán el fin de semana del 26 y 27 de Abril ante el Recre. Y ahí continúan firmes, asegurando una y otra vez que no van de farol. La cantidad debida por la directiva a los jugadores, entre sueldos, nóminas, primas y demás bonificaciones, es de unos 21 millones de Euros, lo equivalente a un Ronaldinho o a un Quaresma, y los directivos 'tienen' hasta el martes para saldar sus deudas, o de lo contrario la plantilla no se presentará la semana que viene ante el Recreativo. Ésto haría que el Levante perdiese tres puntos en la clasificación, algo que no es muy problemático, puesto que solo un milagro les mantendría en Primera, y el Recre obtuviese también tres puntos. Pero es que si el Levante no se presenta al partido de la siguiente jornada de Liga, ante el Espanyol, al club se le anularían los resultados de la segunda vuelta, y quedaría excluído de la competición, bajando automáticamente a Segunda B. Si eso fuese así, podría haber un golpe de efecto a la Liga. Lo más llamativo sería que el Valladolid, que venció por 0-3 en Valencia, estaría más cerca del descenso, que el Racing, que empató a uno con los levantinos, entraría en Champions, y que el campeonato se acercaría más aún si cabe al Real Madrid.

Ante todos éstos problemas, el Ayuntamiento de Valencia deberá tomar medidas, y deberá decidir entre ayudar al Levante a saldar sus deudas, negociando con los jugadores, o pasar de la situación. Y esque por no mancillar el honor y la pureza de éste deporte en España, el organismo debería decantarse por echar una mano al club ahora que lo necesita más que nunca, y por lo menos ayudar a encontrar una solución puente que satisfaga a ambas partes.

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