El Valencia es, desde hoy, el nuevo campeón de la Copa del Rey. El conjunto 'ché', que aún plantea más preguntas que respuestas, venció por tres goles a uno a un Getafe que en sólo seis días ha jugado tres partidos, y con la moral por los suelos tras su injusta derrota en UEFA.
Todo preparado. Velasco Carvallo dirigirá la contienda en la finalísima que se disputará en el estadio Vicente Calderón. La emoción estaba servida. Y a los tres minutos de juego, el conjunto que dirige el holandés Koeman (que a éstas alturas no sabe si seguirá, puesto que tiene al equipo a cinco del descenso), se adelantaba en el marcador gracias a un cabezazo de Mata que golpeó en Tena y que despistó a Ustari, que pudo hacer algo más. El Getafe se venía más abajo si cabe, y el Valencia aprovechaba esa circunstancia para por medio del central Alexis, ex-getafense, poner el segundo en el marcador, de nuevo de cabeza, tras un córner botado por el canario Silva. 2-0. Y parecía que el Getafe se desmoronaría totalmente. Pero no fue así, y los ánimos de Tena, de la Red, Granero y Contra, hicieron despertar a un equipo que poco a poco fue metiéndose en el partido. Entre tanto, el Valencia, que veía como el 'Geta' se le subía encima, comenzó a jugar un juego agresivo y a presionar más, y el Getafe, para no perder la onda, aumentó su agresividad. Y fue en una de las múltiples entradas de la zaga valencianista, cuando, tras un buen balón al área, el italiano Emiliano Moretti, para variar, hacía una fea entrada que se asemejaba a un golpe de 'kung-fu' al rumano Cosmin Contra. Penalty claro, aunque parece que no lo es tanto para el colegiado Velasco Carballo. Y cuando iba a sacar cartulina a Contra por, según él, simular, el linier, Fermín Martínez, indica al árbitro que la infracción sí se ha cometido. Esteban Granero se encarga de acortar diferencias, pues es él quien lanza el penalty, que engaña a Hildebrand. 2-1. Así acabaría la primera parte, una primera parte marcada por las tarjetas y el juego sucio.
Ese gol era lo que necesitaba el Getafe para volver a meterse en el partido, y en la segunda parte salió a achuchar. Pero no era ni la noche de Manu ni la de Albín. Ambos delanteros no estaban ayer finos, y no supieron ni buscar ni encontrar el gol. El Getafe seguía buscando el gol, y el Valencia estaba encerrado atrás. Los madrileños avisaban una y otra vez. Granero envió un balón al larguero, y el recién entrado Braulio Nóbrega aprovechaba un centro para rematar de cabeza con media España ya cantando gol, pero Hildebrand, inconmensurable, salvaba el empate. El Valencia estaba más centrado en tocar y tocar que en buscar el tercero, y en las jugadas de ataque de los del Turia tan solo se veía a Villa, a Arizmendi y a Silva buscando el gol. Y en éstas estaba el partido, cuando, en el 83', una falta lanzada por Baraja en la que solo estaba el recién entrado Morientes al rechace, acabó en gol. El capitán del Valencia lanzaba la falta mansamente a las manos de Ustari, pero el argentino despejaba mal, cometiendo su enésimo error de la noche, y dejaba en bandeja al 'Moro' el remate, que acabaría con un cabezazo del de Sonseca en el fondo de las mallas. Los sueños de Getafe se caían en pedazos. El Calderón se desmoronaba con la alegría de los valencianistas, y a su vez enmudecía al ver las caras de los seguidores del Getafe. Ahí quedaba todo. Con ese resultado se llegaba al final. La mala suerte se cebaba, más aún si cabe, con el simpático equipo madrileño. El Rey, un tanto resentido por el resultado, entregaba la Copa a Rubén Baraja que acreditaba a su equipo como campeón de la Copa. Pero hoy en día, los de Valencia no están para celebraciones, y aún tras el resultado de anoche, los aficionados del Valencia cantaban en Paterna el '¡¡Koeman vete ya!!'. Sería algo poco usual, pero no se descarta que el ahora campeón de la Copa juegue la temporada que viene en la Segunda División Española.
Todo preparado. Velasco Carvallo dirigirá la contienda en la finalísima que se disputará en el estadio Vicente Calderón. La emoción estaba servida. Y a los tres minutos de juego, el conjunto que dirige el holandés Koeman (que a éstas alturas no sabe si seguirá, puesto que tiene al equipo a cinco del descenso), se adelantaba en el marcador gracias a un cabezazo de Mata que golpeó en Tena y que despistó a Ustari, que pudo hacer algo más. El Getafe se venía más abajo si cabe, y el Valencia aprovechaba esa circunstancia para por medio del central Alexis, ex-getafense, poner el segundo en el marcador, de nuevo de cabeza, tras un córner botado por el canario Silva. 2-0. Y parecía que el Getafe se desmoronaría totalmente. Pero no fue así, y los ánimos de Tena, de la Red, Granero y Contra, hicieron despertar a un equipo que poco a poco fue metiéndose en el partido. Entre tanto, el Valencia, que veía como el 'Geta' se le subía encima, comenzó a jugar un juego agresivo y a presionar más, y el Getafe, para no perder la onda, aumentó su agresividad. Y fue en una de las múltiples entradas de la zaga valencianista, cuando, tras un buen balón al área, el italiano Emiliano Moretti, para variar, hacía una fea entrada que se asemejaba a un golpe de 'kung-fu' al rumano Cosmin Contra. Penalty claro, aunque parece que no lo es tanto para el colegiado Velasco Carballo. Y cuando iba a sacar cartulina a Contra por, según él, simular, el linier, Fermín Martínez, indica al árbitro que la infracción sí se ha cometido. Esteban Granero se encarga de acortar diferencias, pues es él quien lanza el penalty, que engaña a Hildebrand. 2-1. Así acabaría la primera parte, una primera parte marcada por las tarjetas y el juego sucio.
Ese gol era lo que necesitaba el Getafe para volver a meterse en el partido, y en la segunda parte salió a achuchar. Pero no era ni la noche de Manu ni la de Albín. Ambos delanteros no estaban ayer finos, y no supieron ni buscar ni encontrar el gol. El Getafe seguía buscando el gol, y el Valencia estaba encerrado atrás. Los madrileños avisaban una y otra vez. Granero envió un balón al larguero, y el recién entrado Braulio Nóbrega aprovechaba un centro para rematar de cabeza con media España ya cantando gol, pero Hildebrand, inconmensurable, salvaba el empate. El Valencia estaba más centrado en tocar y tocar que en buscar el tercero, y en las jugadas de ataque de los del Turia tan solo se veía a Villa, a Arizmendi y a Silva buscando el gol. Y en éstas estaba el partido, cuando, en el 83', una falta lanzada por Baraja en la que solo estaba el recién entrado Morientes al rechace, acabó en gol. El capitán del Valencia lanzaba la falta mansamente a las manos de Ustari, pero el argentino despejaba mal, cometiendo su enésimo error de la noche, y dejaba en bandeja al 'Moro' el remate, que acabaría con un cabezazo del de Sonseca en el fondo de las mallas. Los sueños de Getafe se caían en pedazos. El Calderón se desmoronaba con la alegría de los valencianistas, y a su vez enmudecía al ver las caras de los seguidores del Getafe. Ahí quedaba todo. Con ese resultado se llegaba al final. La mala suerte se cebaba, más aún si cabe, con el simpático equipo madrileño. El Rey, un tanto resentido por el resultado, entregaba la Copa a Rubén Baraja que acreditaba a su equipo como campeón de la Copa. Pero hoy en día, los de Valencia no están para celebraciones, y aún tras el resultado de anoche, los aficionados del Valencia cantaban en Paterna el '¡¡Koeman vete ya!!'. Sería algo poco usual, pero no se descarta que el ahora campeón de la Copa juegue la temporada que viene en la Segunda División Española.
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