Vuelta a Castilla y león: Resumen de la carrera más movidita del inico de temporada.

Pese a la poca importancia que tiene en el panorama mundial, la Vuelta a Castilla y León 2009 ha sido, sin duda, la carrera con más acontecimientos importantes en lo que va de año. Se juntaban muchas cosas, como la presencia de Lance Armstrong y Alberto Contador y la consiguiente incógnita sobre el rendimiento de ambos formando en equipo, el regreso de Alejandro Valverde después de su pleito con el CONI...En definitiva, muchos atractivos. Y la prueba no ha defraudado. En absoluto.

DE NUEVO COMO EN LA VUELTA.

A pesar de que el duelo que han planteado los medios de comunicación en el seno de Astaná ha sido el Armstrong-Contador desde que el texano anunció su regreso a las carreteras, realmente el 'duelo' ,aunque los dos protagonistas mantengan una buena relación entre ellos, es el que suelen protagonizar, involuntariamente, Levy Leipheimer y Alberto Contador. Al igual que ocurrió en la Vuelta a España del pasado curso, los dos hombres de Astaná han ocupado las dos primeras plazas de la clasificación de la general, creándose una situación difícil tanto para ambos como para Johann Bruyneel, viéndose obligados a decidir entre uno de ellos. En la Vuelta el escogido fue Contador, pero en esta ocasión el elegido fue el norteamericano, cuando el ciclista de Pinto podría haberse impuesto claramente en la ronda por sus cualidades. Sin embargo, ambos han de acatar las órdenes transmitidas desde la dirección y han de ver condicionadas sus actuaciones en las carreras en las que coincidan, desluciendo claramente el espectáculo. ¿No es el momento de cambiar de mentalidad? Leipheimer apareció en la carrera cuando se situó líder en la contrarreloj de 28 kilómetros de la segunda etapa y de ahí no le movió ya nadie. Quizá hubiese estado capacitado para hacerlo el corredor madrileño, pero tuvo que conformarse con mantener la segunda plaza de la general y cuidar las espaldas del estadounidense, que finalmente mantuvo el liderato hasta la etapa final, en la cual se proclamó campeón de la Vuelta a Castilla y León 2009, por delante de su lugarteniente 'accidental', Alberto Contador.

RESURRECCIÓN DE VALVERDE.

Eran muchas las esperanzas que tenía depositadas Alejandro Valverde en la Vuelta a Castilla y León. Muchas razones tenía desde luego. Debía recuperar el ritmo de competición y, sobre todo, el triunfo. El corredor de Las Lumbreras reaparecía en una carrera por etapas en España y su intención era, como ya se ha dicho antes, recuperar el olfato. Y lo recuperó. Olvidado ya el percance con la justicia italiana, el murciano mostró su mejor cara en la carrera anotándose dos victorias de etapa que sin duda serán vitales para las próximas fechas, en las que el murciano deberá afrontar las 'clásicas de las Ardenas'. Valverde abrió la lata en el Alto de San Isidro, en la tercera etapa, haciendo bueno el trabajo de su equipo durante toda la etapa imponiéndose con un potente sprint final en el grupo que llegó en cabeza a la cima, por delante de Rubén Plaza, que acabó segundo. Pese a que la clasificación general no era ni ha sido objetivo, el corredor murciano no se conformó con la victoria en San Isidro y buscó insistentemente la segunda. Tardó, pero llegó. Fue en la última llegada, en Valladolid, donde el murciano consiguió la segunda victoria de etapa en la presente Vuelta a Castilla y León. Nuevamente remató el incesante trabajo de equipo durante toda la jornada imponiéndose por segunda vez en llegadas masivas, superando a su compañero José Joaquín Rojas. Además, entre unas cosas y otras, el murciano finalizó la prueba en novena posición en la general final y, sobre todo, con un dulce sabor de boca.

FUJI-SERVETTO SE ESTRENA.

Después del escándalo que ocasionaron en el pasado Tour de Francia los positivos de Riccardo Riccò y Leonardo Piepoli, su equipo, Saunier-Duval, salpicado por el suceso, desapareció. Tras un tiempo de incertidumbre, se confirmó la presencia de un heredero del conjunto de Matxin en pelotón para la temporada 2009, el Fuji-Servetto. Un equipo que ha conservado la raíz de Saunier-Duval, con Gómez Marchante y Cobo como puntales, y que ha obtenido un puesto en el decadente UCI Pro Tour. Pero, sin embargo, aún no se había estrenado, y ha tenido que esperar hasta la Vuelta a Castilla y León para hacerlo, de la mano de su mejor corredor, Junajo Cobo. 'El Bisonte', uno de los grandes damnificados por el escándalo de dopaje mencionado anteriormente, fue el mejor en el Alto la de la Laguna de los Peces, donde dio un recital de potencia, demarrando del grupo a falta de dos kilómetros para la conclusión y firmando unos últimos kilómetros finales que le condujeron a la victoria de etapa, abriendo así su palmarés de la presente temporada. En la clasificación general final, el cántabro finalizó en la décima plaza a cerca de tres minutos de Levy Leipheimer, mientras que, por su lado, Ricardo Serrano, uno de los fichajes del equipo, se manejó bastante bien en las llegadas masivas, dejando entre ambos el listón bien alto para Fuji-Servetto.

SOBRINO Y ARMSTRONG, PROTAGONISTAS EL PRIMER DÍA.

Para bien y para mal, Joaquín Sobrino y Lance Armstrong fueron los protagonistas del primer día de carrera. Joaquín Sobrino, un modesto corredor del Burgos-Monumental, escuadra con categoría continental, dio la campanada al imponerse en la llegada masiva de Baltanás, sorprendiendo a todos los velocistas, especialmente a José Joaquín Rojas, el principal favorito para llevarse el gato al agua. Nacido en Posada de Llanes, Joaquín Sobrino, de veintiséis años y profesional desde 2007, lograba en la primer etapa de la ronda castellano-leonesa su victoria más importante, aunque no era la primera, ya que el curso pasado, ya en Burgos-Monumental, consiguió sendas victorias de etapa en la Vuelta a Navarra y en la Vuelta a México. Dicha victoria de Sobrino fue todo un motivo de festejo para el conjunto burgalés, pues la Vuelta a Castilla y León figuraba en su calendario como uno de los eventos de la temporada y, gracias a Sobrino, seguramente, la primera parte de la temporada esté, para ellos, aprobada y con nota.

Mientras, Lance Armstrong copó todos los titulares por abandonar la carrera al primer día, y, lo que es aún peor, con una fractura de clavícula que puede impedirle disputar el Giro de Italia. El norteamericano fue operado en las horas siguientes y, efectivamente, fue el protagonista de la carrera, pero por un motivo de lo más alejado de lo deportivo. Se llevaban transcurridos 150 kilómetros de etapa cuando una caída masiva en el centro del grupo llevó al texano al suelo. Pronto, viendo su cara, se pudo saber que no era cosa leve. Y, una vez atendido por los médicos, las sospechas se confirmaron: rotura de clavícula. Nuevo percance para el 'boss', al que cada vez se le va torciendo más la temporada del regreso. Lance, ¿no es hora de pensárselo?