Aquí podrás encontrar todas las noticias relacionadas con tu deporte favorito.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Liga BBVA: Casillas, insuficiente para parar la furia azulgrana


La decimoquinta jornada del Campeonato Nacional de Liga apenas dio lugar a las sorpresas. Y como no podía ser de otro modo, en esta jornada volvió a deslumbrar el pletórico Barça, que se impuso en el Clásico a su eterno rival, el Real Madrid, en un partido de lo más reñido, pero que confirmó la regla de que 'la ley del más fuerte' sigue vigente, o al menos así quedó claro.



Los de Guardiola, pues, dieron un baño en cuanto a juego se refiere al conjunto merengue, que a su vez dio una gran lección de como se debe defender. Pero en este ámbito, en ocasiones se pasaron, infligiendo más hachazos en los tobillos personificados en Salgado, Ramos o Cannavaro hacia los Messi, Eto'o o Henry de los que hubieran sido necesarios. Juande Ramos, nuevo míster del club de Concha Espina, sabía que solo así podrían parar a esta magnífica dupla, en especial a 'La Pulga', y sus jugadores se concentraron más en marcar individualmente que de forma zonal. Así transcurría el partido, con un Barça dominante que se topaba una y otra vez, cuando no con Casillas, con la zaga merengue. El Madrid, muy concentrado atrás, solo se dejaba ver por tímidos contrataques dirigidos con ímpetu por Gago y Guti. En una de estas, Drenthe, en el 26' de juego, sorprendió a toda España al quedarse solo ante Valdés, pero sus esperanzas por cambiar el signo del choque se estrellaron ante en imponente meta catalán. Cierto es que el Madrid plantó cara, y que lo hizo bastante mejor de lo que se esperaba, y el mayor artífice de todo esto ha sido Juande, creyente desde que ocupó el cargo de que su equipo podía dar la sorpresa. Pero con eso y el genio de Casillas no basta para ganar un partido. No ante el Barça. Raúl e Higuaín apenas aparecieron, y Salgado comenzaba a evidenciar sus casi 34 años en las galopadas que se pegaba por la banda. Cannavaro apenas daba una, y solo el canterano Palanca, sustituto en el 40' del forzado Sneijder, parecía ponerle énfasis al juego madridista. En los inicios del segundo tiempo se corrió toda la banda derecha, quizá con el propósito de demostrar que la cantera madridista merece contar, pero de nuevo el propósito quedó en eso, en una mera ilusión bruscamente arrebatada por Valdés. Mientras, los de Can Barça se estrujaban el coco sobre como batir a Casillas, de nuevo inconmensurable tras varios partidos en la cuerda floja que hacía plantearse a la dirección técnica del Bernabéu incluso el sustituirle por el polaco Dudek para el choque. Si lo llegan a hacer, hoy hablaríamos de 'manita'. Pero en todo este rizar del rizo especular del choque apareció de nuevo Michel Salgado para derribar a Sergio Busquets en el área pequeña y hacer así al colegiado Medina Cantalejo no tener otra salida del penalty. Un penalty que lanzó Eto'o, y que detuvo Casillas para certificar su noche redonda, que culminaría apenas dos minutos después al sacarle un potente disparo al camerunés desde la frontal y un remate a bocajarro a Messi en el rechace de dicha jugada. Pero como reza el título de este artículo, Casillas solo no vale para derrotar al, posiblemente, mejor equipo del mundo a día de hoy. El asedio del Barcelona era constante, y el Madrid se defendía como podía. La impotencia catalana se acrecentó aún más cuando, en el 79' de juego, Medina se 'hizo el sueco' ante una clamorosa mano de Ramos en el área que hubiera significado la segunda pena máxima. Pero ni con esas se rendían los de Guardiola, que por fin obtuvieron su recompensa pocos minutos después, cuando, tras un saque de esquina, Eto'o echó mano de la incertidumbre en el área madridista para, tras un cabezazo de Puyol, abrir la lata. Tanto esfuerzo no podía quedar impune. Con el gol, la fiesta se disparó, y los que esperaban una goleada se contentaban con la victoria por la mínima. Lo habían hecho, se habían puesto a 12 puntos de su eterno rival, una ventaja nunca antes salvable. Y en medio de todo este jolgorio, apareció Henry para, en su enésima galopada, servir a Messi para cerrar la cuenta anotadora ante Casillas. 2-0 final que hace más líder al Barça, que se coloca con 38 puntos, ocho más que el Valencia, segundo clasificado, y que sitúa a los pupilos de Juande sextos, por detrás, algo que les enerva y mucho, de sus vecinos del 'Atleti'.

El Valencia, por su parte, fue el gran beneficiado de la jornada, pues ascendió hacia el segundo puesto después de ganar en Mestalla, con más apuros de los esperados, al Espanyol de Mané, que, aunque poco a poco mejora su imagen, sigue hundido en los puestos bajos de la tabla. Y eso que se adelantaron los 'periquitos', merced a un tanto del argentino Román Martínez, el primero que logra como espanyolista, a la media hora de juego. Pero la injusta expulsión de Rufete a poco del descanso dejó cojos a los catalanes por la banda derecha, haciendo comenzar el principio de su fin. Y entre toda esta debacle apareció Albiol para igualar el choque y dejar más tocado al Espanyol, que, con uno menos y sin su míster, expulsado también, debía hacer frente a la furia valencianista, dirigida por Vicente y motivada con el regreso de Silva a los terrenos de juego, para intentar llevarse el gato al agua. Pero pedir peras al olmo es imposible, y tras una gran jugada colectiva, el extremo valencianista, que este año parece estar respetado por las lesiones, culminaba una remontada que podía haber tenido una tónica distinta de no ser por las rigurosas decisiones de Iturralde. Con 30 puntos, los de Emery se sitúan en segunda plaza y dejan en 17ª posición al Espanyol, con los mismos 13 puntos de la zona peligrosa.



Además, el Villarreal sigue perdiendo fuelle, y confirmó el mal momento por el que pasa al caer ante el Sevilla en el Pizjuán por un gol a cero, obra de Renato tras una gran jugada en equipo de la entidad de Manolo Jiménez justo antes del descanso. El encajar un gol en ese preciso momento dejó muy tocado el 'Submarino', que se fue más a la deriva (si cabe) tras la expulsión por doble amarilla de un Llorente que volvía tras un mes y medio en el dique seco. Mientras, comandados por Adriano, los locales jugaban a sus anchas y pudieron infligir, de no ser por el meta Diego López, un correctivo bastante mayor a los de Pellegrini, que con sus 29 puntos, decaen hasta la cuarta plaza en detrimento de un Sevilla que, con 30, se sitúa tercero, bien preparado para abordar la segunda plaza del Valencia.



El que parece más beneficiado de todos estos choques entre grandes es el Atlético de Madrid, que suma ya dos meses sin perder (su última derrota, la cosechada ante el Real Madrid, el 18 de Octubre), y que, viento en popa se acerca a la zona grande, en la que actualmente se están midiendo equipos que, excepto el Valencia, ya ha sufrido en sus carnes. De momento, ya es el primer equipo de Madrid, aglo que no lograban a estas alturas de año desde hacía diez temporadas, en la 98-99. Esta vez, los de Aguirre, motivados por la derrota del Madrid en el Camp Nou, derrotaron en casa al renacido Betis en un partido bastante emocionante y con ocasiones para ambos equipos, y que comenzaron ganando desde los primeros compases de juego gracias a un pase al hueco del renacido Maniche que culminó a la perfección el argentino Maxi para batir por bajo a Casto. A partir de ahí, el club de la Ribera del Manzanares bajó los brazos en ataque, para concentrarse en defensa, donde parece mejorar día a día. Ayer, sin ir más lejos, concentraron la presión en la figura de Archille Emaná, que llevaba cinco jornadas seguidas viendo puerta. Y tanta presión al camerunés liberaba de cierto modo al delantero catalán Sergio García, que se desquitó, sin mucho éxito, ante un Leo Franco en estado de gracia. Finalmente, y justo cuando más atacaba el conjunto de Chaparro, el Atlético hizo valer su condición de equipo grande para, en la única jugada del partido en la que participaron Simao, el Kun, y Forlán, cerrar el marcador por medio del menudo delantero argentino, que batió en el mano a mano al meta verdiblanco. Al grito de 'Te quiero Atleti' se despedía el Calderón, en la que será una de sus últimas temporadas en esta batalla interminable que es la Liga. Y lo hacía con la satisfacción de sumar su decimocuarto encuentro oficial sin caer, y con el buen sabor de boca que deja el volver, una década más tarde, a estar por delante del eterno rival. Con 27 puntos, a solo dos de Champions, se quedan los de Aguirre, que van camino de hacer algo grande. Mientras, el Betis continua en la zona tranquila de la tabla con sus 18 puntos.


En el José Zorrilla de Valladolid se medían dos de los equipos más en forma de la Liga, el club pucelano, que va camino de convertirse en revelación de la Liga y que se acerca a UEFA, y el Deportivo de la Coruña, que llegaba a la capital castellana con la vítola de llevar cinco triunfos en los últimos seis partidos. Se esperaba una bonita lucha por las bandas en un partido en el que acudía el seleccionador Vicente del Bosque con ánimo de observar a los interiores vallisoletanos Pedro León y Jonathan Sesma y al extremo coruñés Ángel Lafita, con permiso del central Albert Lopo. Sin embargo, los de Mendilíbar jugaron con la versatilidad que les caracteriza en los últimos encuentros, y fue la conexión vallisoletana quien golpeó primero. Pedrito León sirvió a Sesma desde la derecha para abrir la lata en el 15' de juego. La fiesta había empezado. Pedro López, solo diez minutos después, quiso saberse protagonista y, desde el medio campo, probó suerte con un tremendo zambombazo que sorprendió al meta deportivista Aranzubía y que besó la escuadra, haciendo así quizás el mejor gol de la Liga hasta el momento, como ya hiciese el pasado año ante el Real Madrid. El guirigay era monumental en la grada vallisoletana, y el estadio coreaba a una los cánticos del equipo, que vivió la locura gracias al inspirado Pedro León, quien, después de liársela parda a la zaga coruñesa, lanzó un zapatazo a la escuadra derecha ante el que nada pudo hacer el portero. 3-0. Ni Lafita ni Guardado existieron, y Zé Castro y Lopo no bastaron para frenar la fiesta de un equipo que, sin su meta titular Asenjo, suma otro triunfo más y se situa en la octava plaza, acechando las plazas de UEFA con 23 puntos, uno menos que sus rivales gallegos.


También ganó el Málaga, y lo hizo en casa ante el Numancia en un partido bastante aburrido hasta los últimos cinco minutos, cuando el partido enloqueció y los de Tapia hicieron sus dos goles. Fue un partido bastante soporífero, sin apenas ocasiones ni buen juego, que sirvió para homenajear al mediocentro Miguel Ángel, titular indiscutible en el club de la Costa del Sol y uno de los pocos supervivientes de aquel equipo que fue Campeón de la Intertoto y que llegó en UEFA a cuartos de final. Apoño, de penalty bastante dudoso, hizo el primero en el 86', y con ello el Numancia, en el que debutaba el delantero recién adquirido Carlos Aranda que apenas pudo demostrar su valía, se derrumbó, lo que aprovechó poco después, en el 89', Nabil Baha para culminar una contra y poner el segundo en el luminoso de La Rosaleda. Con esto, el equipo local se asienta en la zona medio-alta de la tabla, y se coloca 10º con 21 puntos, mientras que el club que dirige Kresic continúa en la zona peligrosa, pues es 16º con solo 14, dos más que la zona de descalabro.


En el partido en el que más goles se vieron, el Getafe humilló en el Coliseum Alfonso Pérez al Mallorca de Manzano, que suma su séptima derrota consecutiva en partido oficial. Los bermellones no levantan cabeza, y de nuevo se evidenciaron grandes lagunas en todas las zonas, en especial en defensa y en portería, donde el argentino Germán Lux cada día es más cuestionado por su mal hacer en la puerta de los mallorquinistas. Pero no es el guardameta el colmo de todos los males. En esta larga lista podríamos encontrar a la gran mayoría de la plantilla, pues salvando a Jurado, Arango, Mario Suárez, Nunes y alguno más, este equipo es un completo desastre. Cierto es que sin Miguel Ángel Moyá, lesionado hasta dentro de tres meses, el equipo muestra más carencias en defensa y encaja más goles, pero es que el problema principal de este equipo es su mentalidad conservadora y defensiva que viene inculcando Gregorio Manzano desde tiempos remotos. Y para colmo, los locales se adelantaron gracias a un penalty inexistente tras un piscinazo del nigeriano Uche, héroe del choque, que se encargó de formalizar el rumano Cosmin Contra en el primer cuarto de hora. Con el club bermellón hundido, los de Víctor Muñoz tiraron de Uche quien, retractando a todos aquellos que le tachan de piscinero, firmó el segundo tras una gran acción individual que culminó con una bellísima vaselina en el 30' de la primera. Aduriz, solo dos minutos después, recortaba distancias tras remachar ante Abbondanzieri una contra, pero de poco serviría, pues ya en el segundo tiempo Gavilán y Manu del Moral (que había sustituído al lesionado Juan Albín, estrella de este 'Geta') dieron la puntilla al Mallorca que cada día se hunde más en la tabla y que necesita de un golpe de timón urgente para superar este bache, pues, con sus 13 puntos, ocupan zona de descenso. Todo lo contrario que el club madrileño, que si hace un mes planteaba más preguntas que respuestas, a día de hoy, y tras haber logrado 7 puntos de 12 posibles en 'los Pirineos', se coloca noveno con 21 puntos.


También con solvencia finiquitó su encuentro el Athletic de Bilbao en San Mamés, ante un Sporting de Gijón que últimamente parece deshincharse. Cierto es que el equipo de Caparrós pasa por un momento delicado, pero ahí es donde interviene, con perdón, la Federación Española para, por medio de tretas y artimañas de mano del equipo arbitral, sacar el equipo adelante. Con esto me refiero, esta vez, a la actuación del árbitro Pérez Burrull, uno de los que, otro año más, hará del Athletic un equipo de Primera. De vergüenza. El colegiado cántabro se inventó un penalty en el 5' de juego de Iván Hernández sobre Llorente que cambió radicalmente la tónica del choque y que puso de cara el partido para la entidad local. Andoni Iraola y David López tras apuntillar sendas jugadas colectivas sentenciaron al Sporting cuando ni siquiera había transcurrido media hora de juego. En un partido pasado por agua, la connotación negativa la puso un choque fortuito entre el guardameta esportinguista Iván Cuéllar y el jugador rojiblanco Carlos Gurpegi en el 89' de juego, que acabó con el peroné del primero destrozado, y que le mantendrá durante al menos cuatro meses alejado de los campos de juego, y con el segundo tendido en el suelo, con el tabique nasal roto, sangrando como un jabato en matanza y sufriendo convulsiones que confirmaron después el traumatismo craneoencefálico que sufrió el de Lezama. Mala pata para ambos conjuntos en este ámbito. Esperemos que pronto podamos volver a verles sobre los terrenos de juego. Este triunfo da aire al Athletic (y a Caparrós), que saben que todas sus opciones pasan por las victorias en casa, pues San Mamés se está convirtiendo en un fortín, y se coloca 14º con 16 puntos, escapando de la zona baja. Mientras, dos puntos más tiene el Sporting, situado algo más tranquilo, pero que volverá a tener que alinear al veterano Sergio Sánchez bajo los palos, con el que se encajaron 20 goles en los primeros cuatro encuentros ligueros, únicos que ha disputado el cancerbero.


El Recre, aunque sigue en descenso, venció, y lo hizo sumando su primer triunfo en el Nuevo Colombino ante el Osasuna de Camacho, peor equipo lejos de su feudo. En un encuentro en el que se medían el penúltimo y el último clasificado de nuestra competición, sirvió una gran jugada culminada por otra de las sensaciones de la Liga, Adrián Colunga, para rubricar un choque que regalaron los pamplonicas, pues de nuevo dominaron pero estuvieron faltos de definición ante el portero recreativista Asier Riesgo. Así, los de Alcaraz, aunque no salen de la zona baja, cogen algo de aire y se situan con 13 puntos, los mismos que el Espanyol, 17º, pero en 19ª plaza, mientras que Osasuna no levanta cabeza y, con sus 9 puntos, es más colista si cabe.


Por último, en Almería firmaron tablas el club local, que atraviesa una mala racha, y el Racing de Muñiz, en un partido de poca trascendencia que medía a dos rivales en la zona tranquila de la tabla. En un gris partido, los locales merecieron más, pero se toparon con el meta Toño y el colegiado Rodríguez Santiago. Con todo ello la incertidumbre se generalizó tras un golazo de Ezequiel Garay de falta directa que no llegó a atajar Diego Alves. La afición que se congregó en el Estadio de los Juegos Mediterráneos pedía a gritos la dimisión del mister del club andaluz Gonzalo Arconada, que solo pudo salvar el central Santi Acasiete tras igualar el choque en el 60' de encuentro. Empate final que deja a Arconada en la cuerda floja y a su equipo con 16 puntos en la zona difícil de la tabla, mientras que el Racing, con un punto más, es 13º.
Esto ha sido todo lo que nos ha deparado la decimoquinta jornada de Liga, que desde luego ha sido bastante casera y que ha dejado al Barça más líder de lo que ya era, y ha hundido un poco más a ese 'dejavu' llamado Osasuna. Volveremos con la próxima jornada, la de los días 20 y 21 de Diciembre y la última antes del parón navideño, y tras la que podrán quedar claras muchas más cosas. Síganla con nosotros con todo detalle. Muchas gracias de nuevo.

1 comentario:

Quique dijo...

Está bien el título?
O habría que cambiarlo por: "Casillas, insuficiente para parar la furia azulgrana"?

Otro año sin Puerta