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miércoles, 19 de noviembre de 2008

Análisis de un año espectacular


Con la temporada de Fórmula 1 más que concluída, procederé a hacer un completo resumen de la misma, en el que analizaré con todo detalle los acontecimientos acaecidos durante los más de 5500 kilómetros en casi 20 carreras que hemos vivido con ustedes.



En primer lugar, hay que resaltar que Hamilton se llevó el liderato de forma merecida. El británico fue el que menos errores cometió, y el que menos problemas en el coche sufrió de todos los pilotos punteros de la parrilla. Pero, ¿qué hubiera pasado si Massa no hubiera estado las dos primeras carreras sin puntuar?. Si nos ponemos a analizar la tabla, encontramos a Hamilton tras los dos primeros Grandes Premios en la primera posición, con 14 puntos, por ninguno del brasileño. Y la distancia final fue de tan solo un punto. Massa puede buscarlo en, prácticamente todo el calendario del mundial. En las dos primeras carreras antes mencionadas, en el circuito de Singapur, donde se llevó la manguera en los boxes primero y arrolló a Sutil después, o en Japón, cuando fue embestido por Bourdais a la salida de los boxes son claros ejemplos de dicho traspiés. Pero sin duda, lo que más lamentará Massa del año será aquella rotura de motor en Hungría. El brasileño lideraba la carrera entonces en el circuito magiar cuando a falta de solo tres vueltas, su coche dijo basta y quedó detenido en la recta de meta. Así, y analizando todos estos errores tanto a nivel de conductor, como de equipo y fiabilidad, nos encontramos con seis victorias en sus manos, las logradas en Bahrein, Turquía, Francia, Valencia, Bélgica y la última y más notoria, la que logró en Brasil ante su público. Se ha hablado mucho de si el brasileño es o no es un piloto Ferrari. Evidentemente, en las últimas carreras ha dejado claro que, si no lo es ya, puede llegar a serlo.



Tampoco el año de Hamilton ha sido muy brillante. El británico ha ejercido la 'ley del mínimo esfuerzo' para proclamarse el campeón más joven de la historia. Ha cometido pocos errores, y es sin duda el piloto al que menos le ha fallado el coche. Ni una rotura de motor encontramos en las cuatro carreras en las que el corredor no ha entrado en puntos. En Bahrein se llevó por delante a Alonso en la primera vuelta, en Francia y Japón no supo reaccionar tras sus sanciones, y en Canadá se llevó por delante a Raikkonen en la salida de los boxes. Pero ni un solo fallo, ni una rotura de motor. Pero el caso es que, aún habiendo veces que no ha sabido controlar sus nervios en la pista (como en Bélgica o en Japón), el inglés es justo merecedor del campeonato, pues Massa tampoco ha estado al nivel al que debe estar el vencedor de un Campeonato del Mundo. Un Campeonato, por otra parte, emocionante, pero también poco disputado, puesto que habría bastado con tener una media de 5 puntos (siempre hacer 4º puesto) por carrera para haber estado ahí.



Pero sin duda, la gran revelación del año ha sido el español Fernando Alonso. El asturiano ha luchado contra un coche, el Renault, nada competitivo para lograr una quinta posición final tan inesperada como merecida, y destrozar así totalmente a su compañero Nelsinho Piquet, que venía de figurín tras haber concluído segundo en el Mundial de GP2 del año anterior, por detrás de Glock. Y es que, pese a que concluyó cuarto en la primera carrera en Australia (una carrera loca), a medida que las carreras fueron pasando, Alonso se veía encerrado en las posiciones intermedias, pues su coche no daba más de sí. Pero poco a poco fue superando todos los peros que le imponía su coche, sabiendo sobreponerse a los fracasos en España, pues no pudo puntuar ni en Catalunya, donde le falló el motor cuando rodaba cuarto, ni en Valencia, donde fue embestido por Nakajima en la primera vuelta. Pero ya se sabe que Alonso es de esos pilotos geniales que tienen un as en la manga. Fernando firmó un espectacular fin de campaña, logrando, a base de casta y valor, en solo cuatro carreras más puntos que en todo el resto del año, logrando como premio la quinta posición final en el mundial de pilotos. Gracias a la amada fortuna venció en Singapur, en lo que era su primer podio del año, en quizá la carrera en la que menos se esperaba. Ello le encrespó la moral, y de nuevo solo dos semanas después volvía a ganar, esta vez por méritos propios, en Japón, donde, tras el incidente que protagonizaron Hamilton y Massa en la primera vuelta, Alonso supo mantener la calma y aguantar a todo un Raikkonen, a Kubica y a Kovalainen, y, con un coche muy inferior, permitirse el lujo de pulverizarles en pista. En China, Fernando fue cuarto, solo superado por Hamilton y los Ferrari, y como colofón final, el 'Nano' subió de nuevo al podio en Brasil, donde, con los ocho puntos que le otorga la segunda plaza que consiguió al final, logró superar a Heidfeld por solo un punto.



El resto de pilotos simplemente no han estado a la altura. Raikkonen ni siquiera tuvo ocasión de defender su cetro, Kovalainen, pese a ganar en Hungría, no existió, y BMW...pues se diluyó como quien no quiere la cosa a partir del doblete conseguido en Canadá. El hito logrado por Kubica y Heidfeld hacía presagiar algo magnífico, que permitiese a la escudería de Mario Theissen dar ese salto de calidad que les permitiese codearse de tú a tú con Ferrari y McLaren. Pero, en lugar de eso, el equipo, cuyos pilotos, sobretodo Kubica, estaban luchando por el mundial y se encontraban de forma asídua con el podio, entró en una debacle de la que no pudo salir, logrando tan solo cinco podios entre los dos de las once carreras que quedaban. Tres de ellos los logró el polaco, que pese a todo estuvo luchando hasta China (penúltima carrera) por el Mundial, en Japón, Valencia, y Monza (donde consiguió su primer podio en la Fórmula 1 en Septiembre de 2006). El caso del Heidfeld es más concreto. El ansia de acabar con la racha de casi 150 carreras en la máxima categoría sin ganar le pasó mucha factura. En Canadá pudo haber vencido, pero su equipo creyó más conveniente la victoria de Kubica, que luchaba por el cetro, lo que hundió definitivamente al de Monchenglaedbach. Nick solo puntuó en cinco de las once carreras restantes, logrando, eso sí, dos podios, ambos con segundo puesto en Gran Bretaña y Bélgica. Antes ya había subido al cajón en Australia, y había entrado en puntos de un modo asiduo. Pero, aparte de lo malo, cabe destacar que Heidfeld lleva más de un año sin abandonar una carrera, concretamente desde que rompió su caja de cambios en Indianápolis 2007. Cabe destacar también que Vettel ha brillado con luz propia en un equipo satélite y que Trulli ha dado guerra. Ambos han superado con contundencia a sus compañeros de escudería, el francés Sebastien Bourdais (bien los sábados y nefasto en carrera) y el germano Timo Glock, que ha demostrado poco de lo que se vio de él el pasado año en la GP2 y que se convirtió, casi sin quererlo, en el juez definitivo del mundial. Los Williams han estado muy mal, al igual que los Honda. Curiosamente la escudería nipona ha firmado su peor año en este deporte, pues, además de haber sido este el año en el que menos puntos ha sumado, su escudería filial, Super Aguri, que el pasado año firmó una gran temporada, tuvo que retirarse por problemas financieros. Rosberg y Button no han sabido sobreponerse al mal momento de sus equipos y ni siquiera han existido. Como tampoco lo han hecho Barrichello o Coulthard, que afrontan su último año como pilotos oficiales. Este último, además, ha tenido un apático rendimiento en su escudería, Red Bull, que no ha estado ni de lejos cerca de los puntos. Webber estaba tremendo en clasificación, pero en carrera se diluía. Ni que decir tiene que la escudería debutante Force India ha pasado totalmente desapercibida, y Raikkonen se encargó de destrozar el único momento de gloria del equipo indio, cuando embistió a Sutil a falta de tres vueltas para el final con el alemán situado cuarto en una caótica carrera.

A continuación les comentaré el examen que he elaborado sobre toda la temporada en general, y cuyos resultados han sido los siguientes:

10: Hamilton

Pese a no hacer una temporada brillante, el campeón siempre merece estar en lo más alto. A ello hay que añadir que ha sido, aparte del que menos errores ha cometido (y eso que ha fallado), el piloto que tenía el coche más fiable. Grande Lewis, que va camino de hacer historia.

9: Alonso

El asturiano ha finalizado, pese a todos los contratiempos del año, en la quinta posición final de la clasificación. Incansable, logró rizar el rizo y vencer a un coche que deambulaba por la pista y aupar a su equipo hasta la cuarta plaza del Campeonato de Marcas. Merece esta posición por delante de Massa entre otras cosas, porque ha sabido sacar lo mejor de su Renault y lograr convertirse en el mejor piloto de las últimas ocho carreras. El mejor piloto del mundo ha vuelto, y el año que viene volverá a dar guerra por doquier.

8: Massa

Finalmente ha demostrado que puede llegar a ser un piloto Ferrari. Ha sido el mejor piloto de la última parte del año, y de haber puntuado en cualquiera de las dos carreras iniciales, ahora sería Campeón del Mundo.

7: Toro Rosso

El equipo italiano ha dado quizá el salto de calidad más cuantioso del año. Gracias, sin duda, al buen hacer de Sebastian Vettel y a la gentileza de Ferrari de proporcionarle motores, la escudería filial de Red Bull ha logrado obtener una victoria (en Monza a manos del alemán) antes que su antecesora, y ha estado por delante de su 'madre' en la mayor parte de las carreras del año. Tremenda labor.

6: Kubica

El polaco ha firmado una gran campaña en la que ha logrado superar a su compañero Heidfeld de forma aplastante. Lo cierto es que BMW ha experimentado un claro bajón del que no se recuperó desde su victoria en Canadá. En ese bajón, Kubica ha brillado de tal modo que no se despidió del Mundial hasta China. Su gran error, quizá, fue el de diluirse cuando su compañero le superaba en clasificación. Le espera un grande.

5: Ferrari

Por lo menos, la escudería italiana se ha hecho con el título de marcas. Y lo ha hecho de forma contundente, introduciendo mejoras en su coche en las últimas carreras y mejorando la fiabilidad. Si Massa iba en la última parte del año como un avión era solo gracias a la buen labor que ejercía el equipo. De haber llevado ese ritmo constantemente se hubieran hecho con el Mundial de Pilotos de calle.

4: BMW

Fue la alternativa durante gran parte del año a las dos grandes, Ferrari y McLaren. Pero como ya hemos comentado, tras lograr el primer doblete de su corta historia en Canadá, el equipo se deshinchó y no supo volver a la senda de la victoria. El regular rendimiento de Heidfeld cayó en picado, y solo Kubica supo sacar a relucir el nivel de su equipo en algunas partes de la carrera. Un equipo que pasó de ser el tercero en discordia a perderse en la mitad de la clasificación en su penoso final.

3: Raikkonen

El finés ha completado un año repleto de irregularidades que le ha impedido reconquistar el cetro mundial. Y es que, pese a su buen final de año, el de Espoo firmó un comienzo de temporada bastante dubitativo y una segunda parte nefasta. En la última parte del campeonato, motivado por su renovación, sacó a relucir ese genio que le caracteriza para callar bocas y acabar tercero. En cualquier caso no es excusa.

2: Kovalainen

Mal papel de Heikki este año. Su equipo le dejó tirado en varias carreras para ayudar a Hamilton a lograr el Campeonato y el finés lo pagó claro. Su fatal accidente de Barcelona le dejó tocado, y solo sonaron cantos de sirena con su victoria en el GP de Hungría. Se esperaba bastante más del finlandés en su primer año en McLaren que la séptima posición que finalmente logró. Bastante flojito, ha sido el peor de los mejores y además se le ha colado el gran Alonso al final.

1: Veteranía

¿Dónde queda aquel espíritu de superación del gran Michael Schumacher? El alemán lo daba todo en la pista en los casi 20 años que compitió en Fórmula 1, e incluso con 36 años continuaba luchando por el Mundial, el que podría haber sido, que no fue, su octavo título mundial. Cierto es que con Schumacher ponemos el listón muy alto. Y más aún si vamos a compararle con tres corredores que apenas le llegan, con perdón, a la suela del zapato. Se trata de Coulthard, Fisichella y Barrichello. Estos tres pilotos no han puesto ni una pizca de garra ni de entrega sobre la pista, y no han sabido exprimir nada de lo poco que ofrecía sus coches, en especial el primero y el tercero, puesto que el italiano, que pese a todo ha superado a su compañero Adrian Sutil, carecía de un coche minimamente competitivo. Ninguno de ellos ha sido, para nada, un buen ejemplo para los más jovenes. La teoría cada día está más clara, y la confirman cada año los Ralf, Montoya, Fisichella, Button, Barrichello o Coulthard. Los veteranos ya no son lo que eran. Y quizá por ello Coulthard y Barrichello han dicho que se van. Pero, ¿y Fisichella?

0: Honda

Curioso papel del equipo nipón durante el año. Desde el principio de año, cuando se anunció el fichaje de Ross Brawn como director deportivo del equipo, se dijo que directamente se ocuparían del coche de 2009. Con esto, el coche de este año no tenía muchas esperanzas de proliferar, y más aún tras la retirada del Mundial de su escudería filial, Super Aguri, que no tenía para pagar sus patrocinadores. Al final, tal y como se temía, nada de nada. En un tercer puesto de Barrichello en Silverstone se basa el balance positivo del equipo este año. Pobre balance, que esperan mejorar el próximo año con el nuevo coche, del que se habla maravillas. En Honda tienen mucho trabajo.

Esto ha sido todo lo relativo al Mundial de Fórmula 1 de 2008. Esperemos que hayan disfrutado carrera por carera tanto como nosotros, y si lo han hecho con nosotros, pues mejor aún. En breve volveremos con más información sobre el deporte rey en cuanto a motor se refiere. Con toda la normativa y las escuderías confirmadas con totalitarismo para el año que viene. Una vez más, gracias por confiar en nosotros.

2 comentarios:

Quique dijo...

Buenísimo.

alberto dijo...

Esta wapisimo el articulo, es la lexe.

Otro año sin Puerta