Boluda, ¿a quién ibais a chorrear?

"Al Liverpool le vamos a chorrear". Ésas fueron las palabras del presidente del Real Madrid, Vicente Boluda, días antes del importantísimo choque de Liga de Campeones ante el Liverpool de Rafa Benítez. Hoy, veinticuatro horas despés del encuentro, yo quiero, con todos mis respetos, hacerle una pregunta: Señor presidente, ¿a quién ibais a chorrear? Si mis razonamientos no son erróneos, el máximo mandatario del club blanco debería agachar la cabeza, avergonzado por sus indignantes palabras, y cerrar de una vez la boca.

La prepotencia se ha visto ligada desde siempre con el club de Concha Espina, pero las declaraciones de Vicente Boluda fueron excesivamente subidas de tono, y creo que debe pedir disculpas por menospreciar a un club de la talla del Liverpool, que dejó ayer bien claro al Señor Boluda quién chorrea a quién.

Una buena lección de humildad que esperemos haga cambiar el cáracter del presidente merengue.

Dejando atrás asuntos personales (llega un punto en que cansa la prepotencia de los madridistas), Rafa Benítez dio su enésima lección táctica en el partido más importante de la temporada para su equipo, que tiene casi perdida la Premier. El extraordinario (aunque a veces aburrido) técnico español planteó un partido cauto, soso, sin ritmo. Las consecuencias: partido feo de ver, apenas ocasiones, lucha en la medular... pero victoria.

La intención de los 'reds' se vio nítidamente desde el minuto 1: volver a Inglaterra sin encajar goles. Lo consiguieron. Mascherano y Xabi Alonso (gladiador por un día), los mejores del encuentro, se encargaron de ahogar la creación de juego madridista y robar balones que acababan en peligrosísimos contraataques sin finalizar. Por detrás, y cuando el esférico superaba a los incansables centrocampistas, se encontraban Skrtel y Carraguer, culpables del pésimo partido de Higuaín y Raúl, acompañados en las bandas por Fabio Aurelio y Arbeloa, verdugos de Robben en la nefasta noche del extremo holandés.

Riera y Kuyt causaban estragos en la defensa madridista, y un desafortunado Torres (tocado desde el primer minuto por una torcedura de tobillo) actuaba de referencia arriba y derrochaba ganas y coraje para imponerse a un Pepe muy superior.

El Madrid dominó en los primeros minutos pero poco a poco se fue diluyendo y sucumbió a la mayor agresividad inglesa.

Una clara ocasión de Torres tras un fallo defensivo de los blancos que acabo parando espectacularmente Casillas fue lo más destacado de una primera parte bastante aburrida.

Los segundos 45 minutos se preveían con algo más de ritmo que los anteriores, pues los dos equipos se jugaban el partido.

El Liverpool salió de los vestuarios más enchufado y Xabi Alonso dispuso de una clarísima ocasión al borde del área, pero su volea se marchó a la derecha de la portería de Casillas. Mascherano y el donostiarra comenzaron a imponerse definitivamente en la medular y el Liverpool se hizo por unos momentos con el control del encuentro.

Sin embargo, las ocasiones no llegaban, y sólo se creaba peligro con algún robo de Mascherano o Lass que terminaba en un contragolpe con mal desenlace.

Higuaín y Robben tomaron los galones y trataron de desequilibrar un partido dormido, pero su excesiva individualidad se lo impidió. Riera hacía bien las coberturas a Fabio Aurelio cuando el 'holandés de cristal' se escapaba, y Skrtel secó a un apático Higuaín.

Lo más extraño de la noche fue probablemente la actuación de Raúl, que apenas tocó un balón gracias a la asfixiante defensa del veterano Carragher. El delantero madridista era una de las grandes esperanzas de Juande para superar la eliminatoria, pero un flojo disparo a las manos de Reina fue la única huella que dejó en el vital encuentro.

El tiempo se iba consumiendo, pero el resultado no le valía a nadie. Benítez sustituyó al lesionado Torres con todavía mucho partido por jugarse dando entrada al eléctrico Babel.

El Liverpool cambió entonces la mentalidad. En lugar de echarse arriba sacando el balón jugado desde la defensa, esperaban algún error para lanzarse al contragolpe, y mientras tanto tocaban en el medio del campo.

Una gran recuperación de Lass desembocó en un peligrosísimo disparo a puerta de Robben que repelió con éxito Reina. Fue el preludio de una ráfaga de buen juego del Madrid, que apuraba jugada tras jugada la línea de fondo buscando un rematador en el área que no llegó.

En ésas estaba el partido cuando Heinze realizó una falta absurda en el lateral del área tras pugnar por un balón aéreo con Dirk Kuyt. Fabio Aurelio centró y Benayoun, el más listo de la clase, cabeceó a gol. Era el minuto 82 y el Liverpool se había llevado el gato al agua gracias a un garrafal fallo en el marcaje de los blancos, pues Benayoun remató sin oposición en el área pequeña.

El golpe fue demasiado duro y el Madrid, con sólo diez minutos para intentar la heroica, no supo devolverlo. Los últimos cinco minutos apenas sirvieron para que el lesionado Gerrard volviera a la competición tras veinte días ausente.

Benítez había ganado la batalla con un planteamiento excepcional y el Liverpool había cerrado muchas bocas.

Mañana, el resto de partidos del miércoles.

Saludos.