Con la Jornada 21 del campeonato nacional de Liga más que finiquitada, parece cada día más impensable que el Barça pueda ser alcanzado por ninguno de sus competidores. Vivos, y con más que opciones de llevarse el idílico triplete, los de Guardiola continúan sin ceder terreno con el resto de equipos, y aunque el Madrid mantiene su racha de victorias, los azulgrana, de mente fría, no se amedrentan por nada del mundo. Los 12 puntos (y creciendo) son una renta más que suficiente para abordar con optimismo las 17 jornadas que quedan. Ya han batido casi todos los records habidos y por haber. Superan los baches, las adversidades, el cansancio, y todo lo que venga. Esta vez fue el Racing. Fueron los de Muñiz quienes, sometidos a la pureza de Guardiola, se vieron remontados por la gran estrella de esta función que es la Liga. Leo, 'La pulga', Messi, el sucesor de Maradona. Llámenlo como quieran, pero este chaval es lo mejor habido y por haber, déjenme aventurarme, en la historia del fútbol. El menudo delantero argentino supo remontar el gol que había hecho Zigic de penalty en el 56'. Guardiola le metió al campo por Sergi Busquets en el 60'. Solo cinco minutos después igualaba el partido tras aprovechar un rechaze, y diez minutos del final, le ganaba la espalda a la defensa, recortaba, y batía a media altura a Toño para hacer, casi sin saberlo, el gol 5000 de la historia del Barça en Liga. El destino ha sido justo, y tal hito lo ha logrado ni más ni menos que quien más lo merecía. Así, 'La pulga' tiró de clase para hacer inútil la garra del Racing e impedir así la tercera victoria consecutiva de los de Muñiz, rompiendo la racha cántabra de ocho jornadas sin caer. Su última derrota se remontaba al 30 de Noviembre, Jornada 13, ante el Atléti. Pero contra el Barça, ya se sabe. Los de Pep, con este 1-2, son ahora más líderes con 56 puntos, mientras que el Racing se queda 10º con justo la mitad, 28.
Su más inmediato perseguidor, el Real Madrid, no falló, pero no anda, ni de lejos, al nivel del Barça. Y es que pese a que los de Juande cuentan sus encuentros por victorias desde que cayesen derrotados en la Jornada 15 en el Nou Camp ante precisamente el Barça, su juego no es digno de ser contado a generaciones venideras ni mucho menos. Ganan con suerte, con ayudas arbitrales como quedó vidente ante Osasuna o Depor, y sobretodo, gracias a la magia de su cancerbero, Iker Casillas. Criticado a principios de temporada por sus discretas actuaciones, el meta internacional español parece volver a ser el que era, salvando a su equipo partido sí partido también, y logrando con su esfuerzo subir hasta la segunda posición en el ránking de nuestra Liga. Esta vez fue el Numancia quien tuvo que sufrir a Iker. Ni Goiría, ni Aranda, ni Juan Quero sabían como batir al meta español, que, una vez más, se convirtió en el mártir de su equipo. De un equipo que, liderado por Arjen Robben, sigue sin gustar a nadie. Pero el extremo holandés se basta y se sobra (cuando no está lesionado, claro), para echarse el equipo a la espalda y convertirse en el dueño y señor de cada choque. Un magnífico centro suyo sirvió a Raúl para hacer su gol número 307 en Liga, igualando a Di Stéfano como máximo anotador en la historia del club blanco. Pero Arjen quería más, y en una de estas, se internó por la derecha, dribló, y se sacó un fantástico tiro raso que hizo inútil la estirada de Juan Pablo. Finalmente, un inmerecido 0-2 que deja a un Numancia impotente ante la injusticia del fútbol en 17ª posición con 20 puntos, y al Madrid segundo con 44, a 12 del Barça.
Tercero es el Sevilla de Manolo Jiménez, que, aunque no juega bien, si que por lo menos suma mejores resultados que todos los que vienen por detrás, que tela. Esta vez, los hispalenses cayeron derrotados en El Molinón asturiano frente al Sporting de Preciado. Los locales, superiores hasta la expulsión del lateral Canella a la media hora de juego, se adelantaron en el luminoso merced a un bonito tanto del fenomenal Diego Castro en el 17' de partido. A partir de ahí, las pocas ganas del Sevilla, los ánimos de la hinchada local y el nuevo meta del Sporting Iñaki Lafuente, hicieron que el triunfo se quedase bien amarrado en casa. Los 'biris' se quedan con 38 puntos, a seis del Madrid, mientras que el Sporting respira tranquilo con sus 27 puntos que le dejan en 12º lugar. Quien se lo iba a decir.
Incluyendo al Sevilla, se presenta una ardua batalla por saber qué dos equipos acompañarán a Madrid y Barça en puestos Champions el año que viene. Por un lado están el Valencia, el Villarreal y el Atlético de Madrid, todos ellos en plena crisis deportiva, mientras que por otro, se encuentran las dos grandes revelaciones de la Liga, el Deportivo y el Málaga, e incluso yo incluiría al Athletic de Bilbao, quien, sin hacer mucho ruido, se está acercando a la zona de privilegio.
Como ya digo, los tres primeros no tienen perdón alguno. No juegan bien, y apenas ganan. Villarreal y Atleti no conocen la victoria en lo que va de año, mientras que el Valencia, que había sumado solo dos de los últimos 12 puntos, pudo tomarse un respiro tras vencer con muchos apuros al Almería en Mestalla. Los de Emery, que habían acusado en exceso la ausencia de Villa en los dos encuentros de Copa y en Liga ante el Mallorca, doblegaron sin merecimiento alguno a los de Hugo Sánchez, que, a día de hoy, practican un juego verdaderamente bonito y complementado. Joaquín hizo el primero en el 4' de juego, y posteriormente Villa se bastó y sobró para remontar el 1-1 que había hecho Negredo, y lograr poner a su equipo 3-1 en el 60' de juego. De nuevo Negredo, seguido bien de cerca por Del Bosque para la selección, logró acortar distancias, e intentó sin éxito ninguno el tercero de su cuenta particular, pero la mala suerte y la manopla del veterano César Sánchez (fichado en invierno por el Valencia hasta final de año), lo impidieron. Los valencianistas cuentan así con 38 puntos, por 24 del Almería, 14º.
Pero en Valencia pueden estar tranquilos, pues tal y como remarco, ni Villarreal ni Atlético, sus máximos (a priori) rivales, han ganado en 2009. El 'submarino amarillo' cayó de nuevo derrotado, y lo hizo en Riazor ante un Depor que cada día recuerda más a aquel 'Super Dépor' de Irureta, y que, liderado por todo un viejo rockero como Juan Carlos Valerón, va en escala ascendente y con ganas de aguarle la fiesta a los grandes. Ángel Lafita hizo el primero nada más iniciarse el choque, para remarcar su doblete al cuarto de hora del segundo tiempo. Ojo con el mediocentro, que va camino de convertirse en pieza importante en este equipo, y, por que no, en la selección. Riki, en el 70' de juego, finiquitó la renta de los de Lotina, que pudo haber sido mayor de no ser por la magnífica actuación, aunque parezca mentira con el 3-0, del meta castellonense Diego López. Villarreal, muy tocado y con su técnico, el chileno Manuel Pellegrini en entredicho, es quinto con 35 puntos, mientras que el Depor cuenta con uno menos, y es sexto.
Con 32 está el Atlético de Madrid, que, una vez más, volvió a caer. Esta vez lo hizo en el Vicente Calderón ante su público, ante el Valladolid, por un gol a dos, poca renta para los de Mendilíbar, que merecieron más. Los pupilos del hasta el Lunes 2 técnico rojiblanco Javier Aguirre, hicieron aguas por todas partes, impidiendo a Simao, el 'Kun', y Forlán poder crear juego, pues los balones no llegaban a las estrellas rojiblancas. Luis Prieto de volea a la salida de un córner hacía saltar las primeras alarmas en el Calderón poniendo el 0-1 en el luminoso que, aunque solo tres minutos después volvió a convertirse en empate al desviar García Calvo un tiro de Forlán, derivó en el 1-2 definitivo en el minuto 78' de juego al transformar Víctor un clamoroso penalty cometido sobre el sueco Goitom por Mariano Pernía, que debió de pensarse que jugaba en la Super Bowl en lugar de en la Liga. Pitada monumental al final del partido por parte de la afición atlética, que pedía a gritos la dimisión de Gil Marín, de Enrique Cerezo, de Pitarch, y como no de Javier Aguirre. Como era de esperar, el técnico mejicano ha sido el único en ser cesado, y lo ha hecho sin escatimar en agradecimientos hacia toda la dirección rojiblanca y dejando su puesto a uno de los grandes porteros de la historia, Abel Resino, hasta hoy entrenador del Castellón, con el que estaba en la lucha por el ascenso en la Liga Adelante, y que ya dirigió al Ciudad de Murcia (fue 4º hace tres años en Segunda), o al Levante, al que salvó milagrosamente hace dos temporadas, pero al que dirigió de manera desastrosa a comienzos del año pasado. Así, los de la Ribera del Manzanares son séptimos, mientras que el Valladolid es 11º con 27 puntos.
Con los mismos puntos que el Atlético está el gran Málaga, que apela a la épica y la garra en cada encuentro para salir a morder desde el primer minuto como perro de presa. Esta vez no pudieron con otro equipo enrachado, el Athletic de Caparrós, en lo que era todo un duelo de titanes en la Catedral de San Mamés. Echando mano de Fernando Llorente, y de casta y coraje, los rojiblancos se llevaron el gato al agua en el que fue el encuentro más interesante de la jornada. El 'tanque de Lezama' logró con sus dos goles remontar por dos veces al equipo de Tapia, que se adelantó por medio de Luque a los 3' de juego, y que hizo el 1-2 en el 63' obra de Lolo. Markel Susaeta rompió la igualada a tres minutos del final, premiando la fé bilbaína y el apoyo de sus aficionados, a los que brindaron una auténtica fiesta. La versatibilidad de Duda y las ganas de Baha no fueron suficientes. Los tres puntos se quedaron en casa en un encuentro que sin duda debieron ganar los dos equipos. Con tres puntos menos que el Málaga, y en noveno puesto, un puesto detrás de los de la Costa del Sol, se sitúa el Athletic, con 29 puntos.
Por su parte, el Getafe dio otra lección de coraje y de ganas en el Ruiz de Lopera sevillano, donde pudo pasar del abismo a la más alta de las estrellas en solo media hora. Una hazaña que, comenzada por Ikechuwku Uche en el 65' de juego, Ricardo se encargó de impedir, salvando un penalty y un gol clarísimo en los últimos compases del choque, y de paso, salvando el cuello a un Chaparro que se le agota el crédito. Pero bueno, vamos demasiado rápido, empezemos desde el principio. Desde un principio que apenas existió, pues en los primeros 10 minutos primero Juanma y después Mark González ya habían creído noquear a los de Víctor Muñoz con el 2-0 que campeaba en el electrónico. Pero solo una persona en todo el estadio parecía darse cuenta de que no todo estaba ganado. Solo una persona no festejaba, conocedora de la insistencia getafense. Y esa hipótesis no venía de otra persona que de Chaparro, y comenzó en convertirse en cierta a la media hora de juego con la expulsión del canterano Juande Prados. A partir de ahí, los madrileños tiraron de casta y lo intentaban sin acierto ante la meta de Ricardo. Pero el arquero portugués no es Dios, y aprovechando eso y que la defensa bética hace aguas por todas partes, el delantero nigeriano (Uche, se sobreentiende) igualaba el partido en solo siete minutos (64' y 71'), y sus ganas se contagiaron a todo un equipo que asediaba el titubeante estadio hispalense. Gracias a Dios, y como no a Ricardo, que le detuvo un penalty a Soldado y le salvó en la última del partido un gol casi cantado, los verdiblancos lograron un punto, que, visto lo visto, sabe a gloria. Se quedan pues en el puesto 16º de la tabla, con 22 puntos, y emergidos en una crisis deportiva bastante punzante. Por otro lado, los azulones figuran decimoterceros con 25 puntos.
En el Lluis Companys se enfrentaban dos de los equipos candidatos al descenso este año, el Espanyol y el Recreativo. Los onubenses, que llegaban con una cómoda renta a Barcelona, sacaron un punto gracias a sus ganas y al buen actor que sería Camuñas si se dedicase al teatro, pues el punta madrileño, en el 92' de juego, exageró en exceso una caída en el área que supuso la expulsión de Carlos Kameni y el 1-1 definitivo, obra del delantero argentino Marco Rubén. Antes, el argentino Nico Pareja había adelantado a los chicos de Pochettino tras cabecear una falta allá por el 60' de juego. Así, los 'periquitos' ocupan el 19º puesto, con 17 puntos, mientras que los de Lucas Alcaraz regresan a Huelva con 24 puntos, bien situado de cara a los de abajo.
Y para terminar, hablaremos del duelo entre necesitados de la jornada, el Osasuna - Mallorca, y que como era de esperar, se decantó de lado local. No solo porque los locales tengan preferencia siempre, sino porque el juego de los de Camacho tenía que ser recompensado de algún modo, y qué mejor manera de contra un rival directo de cara al descenso y uno de los equipos que peor fútbol practica. Lo hizo por un 1-0, obra de Pandiani a los dos minutos, resultado bastante engañoso teniendo en cuenta el buen hacer de los pamplonicas, que merecieron ganar en todo momento, y que se permitieron el lujo de incluso fallar un penalty. El meta Aouate y la mala suerte privaron de un mayor motín a un Osasuna que deja de ser colista (pese a que tiene los mismos 17 puntos que Espanyol y Mallorca), pues se intercambia el puesto con el Mallorca, y que empieza a ver su juego recompensado, y la luz al final del túnel. Los del cuestionado Gregorio Manzano, pese a ser colistas, cuentan también con 17 puntos, produciéndose un triple empate entre los de abajo, de los que a día de hoy, solo parece capacitado para salir el Osasuna.
En definitiva, esto ha sido todo lo que nos ha dejado la vigesimoprimera jornada de Liga. La semana que viene, habrá más y mejor, pero antes de ello, les hablaremos de los cuartos de final de Copa, de los que no hemos podido escribir, y que han dejado los Barça - Mallorca y Athletic - Sevilla como encuentros de semifinales. Dos de ellos jugarán la final, ¿quiénes serán? Nosotros se lo contaremos, no tengan ninguna duda. Un saludo.
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