Si hay algo que ha quedado claro con la 23ª jornada del Campeonato Nacional de Liga eso ha sido la corroboración de que lo de el Atlético de Madrid es de juzgado de guardia. Y es que tras la destitución de Aguirre, el equipo sigue sin convencer a nadie por lo menos en cuanto a juego se refiere. Con Abel Resino, relevo del azteca en el banquillo rojiblanco, se sigue dependiendo tanto de Forlán como de Agüero para llevar a buen cauce el juego del equipo. El mediocentro no existe. Simao y Maxi andan negados por las bandas y la defensa, lo único que ha mejorado con el de Toledo, continua siendo un suplicio día sí día también. De poco sirvió la victoria lograda en Huelva la pasada jornada contra el Recreativo por 0-3. El conjunto rojiblanco continua rizando el rizo y lo más importante, sus aficionados empiezan a cansarse.
Sin ir más lejos, esta jornada los rojiblancos se medían al Getafe en casa, con los aficionados deseosos de ver si las cosas habían cambiado tras las buenas sensaciones de Huelva. Pero nada, la tónica sigue siendo la misma que con Aguirre. Si el 'Kun' o Forlán no están, el equipo se hunde. Maniche cada día está más apagado, Maxi y Simao no existen y el resto de jugadores simplemente no ofrecen garantías necesarias. Con un doble pivote organizado por Assunçao y Raúl García, dos mediocentros de ideología defensiva, es imposible jugar bien, muy a pesar de las buenas intenciones de Abel. Solo el tino y la garra de Forlán dio aire a los locales al término de los primeros 45 minutos, pero todo el mundo sabía que las cosas no iban bien. Al contragolpe, sin extremos, sin mediocentros, pero con un Pablo Ibáñez que se reencontraba con los aplausos del Calderón afrontaba el Atlético una segunda mitad bastante pobre en cuanto a juego se refiere. Perdonó la sentencia por medio del 'Kun' primero, de Maxi después y del recién entrado Maniche a falta de 10' para el final. Y para colmo, el colegiado Ramírez Domínguez se tragó literalmente dos penaltys clamorosos de lado rojiblanco. En frente, el Getafe, constante durante todo el partido, había subido el ritmo y avisado en unas cuantas ocasiones. Incluso Albín se permitió mandar a las nubes un penalty (a simple vista inexistente) para en el 88' de juego, igualar el choque al empujar un balón acrobático de Uche tras un fallo de Maniche al despejar. Las cosas siguen igual en el Calderón, y nadie parece poder poner fin a esta debacle. Los de Abel, con solo una victoria en 2009, se colocan en sexta plaza con 36 puntos, mientras que el conjunto de Víctor Muñoz se mantiene sin apuros con 27 en la zona media. Tocados y hundidos.
También vimos en esta jornada la confirmación de que nadie es invencible. Y eso quedó vidente en el Ruiz de Lopera, donde el Betis logró sacar un punto ante el Barça en un partido dominado en todo momento por los de Guardiola, y en el que el meta portugués Ricardo Martins volvió a ser, una vez más, el salvador de su equipo. Los de Chaparro, dados a hacer goles tempraneros, llegaron a ponerse 2-0 en el luminoso allá por el 25' de juego gracias a Melli y Mark González. Sin embargo, como viene siendo habitual, el Barça supo reaccionar, y se volcó sobre la meta de un pletórico Ricardo. El meta lo paró todo, menos a Eto'o. Justo tras el descanso el camerunés acortaba distancias tras el rechace de un penalty que el portugués le detuvo a él mismo y casi al final del choque, logró, tras una gran jugada individual, ajusticiar poniendo el 2-2 en el luminoso. Gran actuación de un Ricardo que no solo ha desbancado de la titularidad a Casto Espinosa, sino que también está salvando, día sí día también, tanto a su equipo como a su entrenador. Con este reparto de puntos, Chaparro puede respirar aliviado, pues tiene a su equipo con 26 puntos, a cinco del descenso, y los de Guardiola, que continúan batiendo records partido a partido, tienen ya 60 puntos, liderando en solitario la Liga de las Estrellas.
Con 50 puntos está, en segundo lugar un optimista Real Madrid que acumula ya ocho triunfos consecutivos y que se consideran con la impecabilidad necesaria como para impedir la hegemonía del Barça en esta Liga. O por lo menos, así quedó vigente tras las declaraciones del centrocampista Dani Parejo tras finalizar el encuentro que este fin de semana les enfrentaba al Sporting en El Molinón, y que concluyó con un contundente 0-4. El mediocentro madridista declaró a la Cadena SER que, tras el empate del Barça y la victoria blanca, ahora que ya estaban a 10 puntos de los de Guardiola, la presión recaería sobre estos últimos. Está claro, se les ve preocupados a los del Barça. En ocasiones, habría que sancionar a los jugadores por este tipo de comentarios, totalmente incoherentes y fuera de lugar. Pero bueno, vayamos a la trascendencia del choque. Los de Juande, pletóricos, impusieron su hegemonía en El Molinón, donde uno de los mejores locales de la temporada, el Sporting, que llegaba al choque con su técnico Manuel Preciado en la grada cumpliendo su segundo encuentro de sanción, sucumbió, y de que manera, a la furia blanca. Gran parte de culpa de ello residió tanto en la ausencia del mister gijonés, pero el resto se atribuye únicamente al mal hacer de los jugadores, negados en todo momento. En medio de toda esta coyuntura, sobresalió un nombre, el del capitán y '7' del Madrid, Raúl González Blanco. El punta madridista hizo historia al llegar a los 309 goles como madridista en competición oficial, superando a Di Stéfano, al lograr dos goles en territorio asturiano. Él fue quien abrió la lata casi al empezar el choque y quien la cerró a poco del final. Entre medias, primero Huntelaar, que se estrenaba como goleador blanco) y un Marcelo reconvertido a extremo tras la enésima lesión de Arjen Robben después remachaban a un Sporting que acumula ya dos derrotas consecutivas (ante Barça y Madrid, todo hay que decirlo), y ambas con Manolo Preciado en la grada. El Sporting cae hasta el decimocuarto puesto de la tabla, pero sus 27 puntos no hacen presagiar peligro, mientras que como ya hemos remarcado, el Madrid es segundo con 50, a 10 del Barça y del 'milagro' de Parejo.
Por su parte, el Sevilla, tras tres derrotas seguidas en Liga, volvió a ganar, no sin apuros, al desahuciado Espanyol en el Lluis Companys por 0-2. Kanouté, con dos tantos en los últimos diez minutos regalados por el veloz Jesús Navas, fue quien decantó el encuentro de mano de los de Jiménez, que pese a vencer, continuan sin convencer a nadie. Con esta derrota, los de Pochettino, que jugaron con 10 desde el 20' del segundo tiempo por la expulsión de 'Lola' Smiljanic, se convierten en el nuevo farolillo rojo de la Liga, pese a su gran inicio, con solo 18 puntos. Mientras, el Sevilla se reafirma en zona de Champions con 41 puntos, que le colocan en tercer lugar.
En Mestalla se medía el Valencia, en total crisis deportiva e institucional, a la gran sensación de la temporada, el Málaga de Tapia. Aferrados a su guardameta César y a la escasa efectividad del ataque malacitano, en especial del marroquí Nabil Baha, los locales lograron salvar un punto de mano del '7' de la Selección, de su estandarte, del 'Eterno' David Villa, que adelantó a los suyos en el 53' tras culminar una gran jugada colectiva. Pero poco duró la alegría en Valencia, puesto que solo cinco minutos después, Albiol introducía en su propia meta un pase de la muerte del portugués Eliseu, que previamente había combinado magníficamente con Duda. A partir de ahí, el Málaga se reafirmó en el dueño y señor del choque, y continuó asediando la meta del veterano César Sánchez sin éxito durante el resto del partido, inutilizando las contras valencianistas, repelidas sin mucho esfuerzo por el meta del conjunto de la Costa del Sol Iñaki Goitia, que también trabajó lo suyo durante los 90 minutos. Los pupilos de Emery, sumidos en la penuria, se mantienen en la cuarta plaza ante el desacierto de sus inmediatos perseguidores, Villarreal, Atlético y Depor, con 38 puntos, dos más que los malacitanos, que, siguiendo el tren europeo, son séptimos, entre Atlético y Depor.
Por otro lado, el Villarreal, que ya suma casi tres meses sin ganar en casa, empató en El Sardinero ante un Racing que también los lleva sin ganar en casa. El resultado (previsible), de 1-1, impuso justicia en un encuentro entretenido, con acercamientos por ambas partes pero sin apenas ocasiones claras de gol. Zigic adelantó a los de Muñiz en el 24', firmando su quinto gol en los siete partidos que lleva como racinguista desde que llegó en Enero, y solo 20' después, Santi Cazorla, que entró en la lista a última hora tras superar el cansancio que le acarreó la concentración con la 'roja', igualaba el choque batiendo a Toño (que hizo otro magnífico partido, demostrando una vez más que puede ir convocado como tercer portero de España sin problemas) de tiro cruzado a la salida de un córner. En el segundo tiempo, ambos equipos se repartieron el dominio del choque, pero sin mucho peligro ni para unos ni para otros, aunque fue Giuseppe Rossi por parte de los de Pellegrini quien más peligro llevó con sus acciones. El 'submarino' continua en cuarta plaza con los mismos 38 puntos que Valencia, mientras que los santanderinos están en undécima plaza con 29.
Y al fin el Osasuna ha logrado salir del descenso. Y lo ha hecho tras aprovechar la derrota del Numancia y al sacar un valiosísimo punto en Riazor, campo más difícil de nuestra Liga. Los de Camacho, acongojados y acurrucados en todo momento en su área, plantearon un modelo defensivo que anuló la estrategia atacante del conjunto deportivista, negado de cara a puerta y que solo llevó peligro de mano del tunecino Lassad Nouioui, cuyas esperanzas se chocaron en el palo. Con esta tónica transcurrió el partido, dominado por los coruñeses, pero que no veían en Lafita y Valerón los estandartes posibles como para crear juego. Para colmo del conservadurismo, Camacho retiró en el segundo tiempo a su único delantero, el caboverdiano Dady, para dar entrada al centrocampista Masoud Shojaei, pasando así a jugar sin puntas para conservar ese puntito que les sacaba del descenso. Los de Lotina así son octavos con 35 puntos, a tres de Champions, y los pamplonicas se colocan en 17ª posición, con los mismos 21 puntos de la zona de descenso.
El Almería, por su parte, se hizo épico en casa al remontar un 0-2 con nueve jugadores para terminar ganándole por 3-2 al Valladolid. Los de Hugo Sánchez, que parecen haber aprendido la lección de la semana pasada en Málaga, donde sufrieron el mismo procedimiento, supieron contrarrestar los tantos de Pedro 'El Guante' (como le han apodado en Pucela) León de falta directa y Henok Goitom en los veinte primeros minutos para, entre el 61' y 77' de juego, remontar el choque hasta ponerse por delante. El menudo delantero Albert Crusat comenzaba la hazaña, acrecentada por la cabeza del nigeriano Kalu Uche en el 70', y culminada por el punta vallecano Negredo tras aprovechar una cantada monumental del meta paraguayo Justo Villar (que también la pifió en el de Uche). Como era de esperar, los andaluces, que acabaron con nueve jugadores por las expulsiones de Bruno Saltor en el 60' de juego y de Kalu Uche en el 75', se metieron a defender fuere como fuere tras remontar el choque, y de nada sirvieron las inútiles acometidas de los de Mendilibar, que también estaban con un hombre menos por la expulsión del zaguero Nano en el 80'. Sin duda, fue un partido bastante reñido, emocionante, y en definitiva, un choque en el que el colegiado Muñiz Fernández, una vez más, quiso sentirse protagonista. Con este resultado, ambos equipos se colocan en la zona media de la tabla, sin mirar ni hacia abajo ni hacia arriba. El Almería está decimotercero con 27 puntos, tres menos que el Valladolid, décimo.
En La Catedral de San Mamés, el Athletic empató ante el Recreativo de Huelva en un encuentro en el que de no ser por la gran actuación del meta vasco-navarro Gorka Iraizoz, los leones hubiesen cedido la que hubiera sido su primera derrota en casa de la temporada. Los onubenses, conscientes del peligro que pasan a día de hoy en la tabla, salieron a por todas desde el minuto inicial, y, a base de casta, se adelantaron por medio del centrocampista Aitor tras una gran jugada colectiva a la media hora de juego. Pero la reacción de los de Caparrós no se hizo esperar, y tras el descanso, Javi Martínez empató de un certero cabezazo que dejó boquiabierto al meta rival Asier Riesgo. A partir de ahí, el dominio de los de Alcaraz se generalizó, y el meta Iraizoz tuvo que sacar a relucir sus dotes de cancerbero para frustrar los sueños de los Colunga o Camuñas. Reparto de puntos que deja a los bilbaínos en noveno puesto con 30 puntos y a los blanquiazules con 25, en 16º puesto.
Y para terminar, destacaremos la inmerecida victoria del Mallorca en Los Pajaritos ante un Numancia que se va a pique y que ha destituido a su técnico, Sergio Kresic, a pesar de contar con el apoyo de la plantilla. Un solitario gol de Aduriz tras un centro desde la izquierda a los 20' de juego fue suficiente para acabar con las esperanzas sorianas, que merecieron ser materializadas, sobretodo en el segundo periodo con la entrada de Juan Quero, de los mejores revulsivos de la Liga. Pero el fútbol es así, y los de Manzano, con un juego rácano y discreto, se llevaron los tres puntos a las Baleares, y son 18º con los mismos 21 puntos que el Osasuna, que marca la zona de corte, y uno más que el Numancia, 19º.
En definitiva, la jornada nos ha dejado a un Barça más líder, pese a haberse dejado dos puntos que saben a gloria en Madrid, en el Ruiz de Lopera sevillano; a un Atlético de Madrid que acentúa su crisis, una remontada épica en Almería; y muchos cambios por la zona baja. Nos quedan 15 jornadas de Liga, 45 apasionantes puntos que lo decidirán todo de cara a la próxima temporada. Podrán seguirlo con nosotros con todo detalle. Les esperamos. Muchas gracias
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