Una vez más (y ya van), la jornada (bastante buena, por cierto) sirvió para poner más líder al Barça y acentuar la crisis de un equipo de Madrid. Solo, que si antes fueron el Real o el Getafe los damnificados, ahora es el Atlético de Madrid quien tiene la piedra en su tejado. Y es que pese a acabar el 2008 en tercera posición, los de Javier Aguirre han comenzado el año nuevo (una vez más) con mal pie, cayendo en Mestalla en Liga por 3-1, en el Calderón ante el Barça en Copa por 1-3, y ahora, de nuevo en Liga ante el Athletic Club en el Calderón, por 2-3, en los tres partidos que han disputado en el nuevo año. Tres partidos, cuatro goles a favor, nueve en contra: tres derrotas. Pésimo aval.
En cuanto a la trascendencia del choque, fue un partido bastante gris para la entidad local, que se adelantó al cuarto de hora y a la salida de un córner tras un zapatazo de Antonio López que tocó en Ion Vélez y despistó a Iraizoz. Pero, inexplicablemente, los de Aguirre se apagaron, dando bola a su rival para que se recuperase. Sin embargo, la entidad bilbaina tampoco andaba muy fina, y sus jugadores parecían no saber materializar las grandes ocasiones de las que disponían. Fue Koikili, justo antes del descanso, quien estableciese la igualada gracias a un zambombazo que se coló por el palo derecho y que Leo Franco, como ya sucediese contra el Madrid, se 'comió'. El empate daba alas a los de Caparrós, y dejaba muy tocada a la hinchada local, que despedía a los suyos tras el descanso con pitos y gritos de '¡Aguirre vete ya!'.
El segundo tiempo fue bien distinto. Los visitantes, de mano de Javi Martínez, tomaron el control absoluto del choque. Ni Agüero, ni Forlán, ni Maxi, ni Simao, ni mucho menos Maniche. Los rojiblancos no existían. Tanto Pernía (que había entrado por Seitaridis) como Antonio López (que pasó a la banda derecha en detrimento del griego) hacían aguas por todos los lados, y para colmo, quien no suele fallar, como suele ocurrir en estos casos, fue quien erró. Ujfalusi, defensa más regular del conjunto de la Ribera del Manzanares este año, perdió el balón con Llorente, dejando a este solo ante Leo Franco. Y pese a que el meta argentino logró blocar el mal disparo del delantero internacional, el cuero salió rebotado hacia el otro central rojiblanco, el joven Álvaro Domínguez, que nada pudo hacer para evitar su gol en propia puerta. Minuto 50. 1-2. El Calderón estallaba contra la directiva, Aguirre y los jugadores. Muchos hinchas se iban ya del campo. Nadie aguantaba más. El triplete de moda no funcionaba. Ni Forlán, ni el 'Kun', ni Simao parecían estar en el campo. Y para más inri, el colegiado Muñiz Fernández se comía un claro penalty de Amorebieta a Agüero. Del 1-2 se pasó al 1-3 en solo cuestión de minutos. Curiosamente, en la jugada anterior pudo igualar el choque Aguero, pero no llegó al genial servicio de Ujfalusi. Otro fallo de la zaga local dejaba a Fernando Llorente solo ante Leo Franco, a quien fusiló en posible fuera de juego. Corría el minuto 65' de partido. Los gritos contra la directiva se coreaban al unísono por parte de los escasos aficionados que quedaban en el estadio, sobretodo tras una estupidez de Maniche que culminaba con roja para el luso, que no podrá viajar al Nou Camp el próximo miércoles en Copa. Ya en el descuento, y en medio del dominio vasco, Forlán ponía el definitivo 2-3 en el luminoso aumentando un poco más la agonía rojiblanca.
En cuanto a la trascendencia del choque, fue un partido bastante gris para la entidad local, que se adelantó al cuarto de hora y a la salida de un córner tras un zapatazo de Antonio López que tocó en Ion Vélez y despistó a Iraizoz. Pero, inexplicablemente, los de Aguirre se apagaron, dando bola a su rival para que se recuperase. Sin embargo, la entidad bilbaina tampoco andaba muy fina, y sus jugadores parecían no saber materializar las grandes ocasiones de las que disponían. Fue Koikili, justo antes del descanso, quien estableciese la igualada gracias a un zambombazo que se coló por el palo derecho y que Leo Franco, como ya sucediese contra el Madrid, se 'comió'. El empate daba alas a los de Caparrós, y dejaba muy tocada a la hinchada local, que despedía a los suyos tras el descanso con pitos y gritos de '¡Aguirre vete ya!'.
El segundo tiempo fue bien distinto. Los visitantes, de mano de Javi Martínez, tomaron el control absoluto del choque. Ni Agüero, ni Forlán, ni Maxi, ni Simao, ni mucho menos Maniche. Los rojiblancos no existían. Tanto Pernía (que había entrado por Seitaridis) como Antonio López (que pasó a la banda derecha en detrimento del griego) hacían aguas por todos los lados, y para colmo, quien no suele fallar, como suele ocurrir en estos casos, fue quien erró. Ujfalusi, defensa más regular del conjunto de la Ribera del Manzanares este año, perdió el balón con Llorente, dejando a este solo ante Leo Franco. Y pese a que el meta argentino logró blocar el mal disparo del delantero internacional, el cuero salió rebotado hacia el otro central rojiblanco, el joven Álvaro Domínguez, que nada pudo hacer para evitar su gol en propia puerta. Minuto 50. 1-2. El Calderón estallaba contra la directiva, Aguirre y los jugadores. Muchos hinchas se iban ya del campo. Nadie aguantaba más. El triplete de moda no funcionaba. Ni Forlán, ni el 'Kun', ni Simao parecían estar en el campo. Y para más inri, el colegiado Muñiz Fernández se comía un claro penalty de Amorebieta a Agüero. Del 1-2 se pasó al 1-3 en solo cuestión de minutos. Curiosamente, en la jugada anterior pudo igualar el choque Aguero, pero no llegó al genial servicio de Ujfalusi. Otro fallo de la zaga local dejaba a Fernando Llorente solo ante Leo Franco, a quien fusiló en posible fuera de juego. Corría el minuto 65' de partido. Los gritos contra la directiva se coreaban al unísono por parte de los escasos aficionados que quedaban en el estadio, sobretodo tras una estupidez de Maniche que culminaba con roja para el luso, que no podrá viajar al Nou Camp el próximo miércoles en Copa. Ya en el descuento, y en medio del dominio vasco, Forlán ponía el definitivo 2-3 en el luminoso aumentando un poco más la agonía rojiblanca.
Los de Aguirre quedan pues en quinto puesto con 30 puntos, mientras que los leones se mantienen en la 11ª plaza con 23.
Pero si hay algo que sorprenda a estas alturas de campaña es el ritmo que está llevando este Barça de Guardiola. Quitando la primera jornada ante el Numancia, y el encuentro de Champions ante el Shaktar en el Nou Camp, los partidos del Barça se saldan con victorias o empates, sea el rival que sea quien esté en frente. En esta ocasión fue Osasuna quien probó a los Messi, Eto'o, Xavi, Iniesta y compañía, y lo hizo con nota. Los de Camacho, sumidos en el último cajón de la Liga, pusieron toda la carne en el asador para tratar de plantar cara al Barça, y mentalizados en dar una alegría a su afición, lograron incomodar bastante las tácticas de Guardiola. Pero el Barça es el Barça, le pese a quien le pese, y le bastó con una sola ocasión al filo del descanso para abrir el marcador. Sin embargo, 'el gol psicológico' no amedrentó a los locales, quienes en medio de la nieve y la niebla pamplonica salieron a morder en el segundo periodo, dando la vuelta al marcador gracias a un cabezazo de Flaño en el 60' y un buen gol del 'Rifle' Pandiani tras una gran jugada solo diez minutos después. Pero precisamente por eso se caracteriza este equipo. Por sacar pecho ante las adversidades. Ellos sabían que la cosa no podía acabar así de fea. Primero Xavi Hernández aprovechaba un gran servicio de Alves para establecer la igualada, y solo tres minutos después, en el 84', y como ya ha hecho en la mayoría (si no en todos) de los estadios de nuestra Primera División, el 'Dios del fútbol' para muchos, el sucesor de Maradona, el que saca árboles de donde siquiera hay raíces, y en definitiva, el gran Lionel Messi, se inventaba un genial zambombazo desde fuera del área ante el que nada podía hacer el meta Roberto y que inutilizaba la remontada pamplonica firmando el 2-3 final. Messi es de otro planeta, de otra dimensión, pero puedo sentirme orgulloso de verle cada domingo ya sea en Los Pajaritos, el Bernabéu o su querido Nou Camp.
Así, el Barça suma ya 47 puntos, igualando, a falta de una jornada, el récord de puntos logrados en una primera vuelta en Liga, con lo que le vale con un empate ante el Deportivo en casa la semana que viene para echar por tierra dicha distinción, ahora en poder del Madrid de Schuster del pasado año. Grande Barça, grande Guardiola. En la otra cara de la moneda queda Osasuna, que pese a que ofrece atisbos y destellos de buen juego, sigue sumido en el puesto número 20 de nuestra Liga, con solo 13 puntos.
También venció contundentemente el Real Madrid en el Ono Estadi de Mallorca, donde se enfrentaba a un equipo sumido en plena crisis deportiva. Curiosamente los de Juande vivían una situación parecida hace tan solo un mes. No es lo mismo, sí, puesto que uno lucha por la Liga y otro por mantenerse, pero sí que se pueden encontrar similitudes entre ambos conjuntos. Los de Manzano, encajaron el primero en el minuto 3' de juego, cuando el genial Robben culminaba una genial contra comenzada por un Raúl que se hacía quincentenario en Liga para batir por bajo al meta israelí recién fichado Aouate. A partir de ahí, el Mallorca, negado, no supo reaccionar, y fue tratado por el conjunto de Concha Espina como un juguete en manos de un niño. Solo quince minutos después, Raúl de tacón hacía el segundo en un fuera de juego que Undiano Mallenco no supo ver, al igual que tampoco vio el que hubo en el tercero de Ramos, más claro aún. En definitiva, Robben es un genio, quizá no tanto como Messi, pero es uno de esos jugadores que deleita ver y que es un lujo tener en nuestra Liga. 0-3 final que confirma tanto la reacción madridista como el acierto con el fichaje de Lassana Diarra, o 'Lass' para los amigos.
Los 'vikingos' se sitúan en segunda plaza con 35 puntos, a doce del líder y empatados con el Sevilla, mientras que la entidad bermellona, en la que podía tener los días contados su técnico Goyo Manzano se mantiene en puestos de descenso, pues es 19º con 14 puntos.
Los de Juande, como ya digo, están igualados a puntos con el Sevilla del cuestionado Manolo Jiménez, que venció en Riazor por 1-3 en un entretenido partido que sirvió al maliense Kanouté para salvar la cabeza de su técnico. Y es que el delantero, tocado, viajó a Coruña por si las moscas, y se tuvo que echar mano de él para llevarse el choque, pues Rodolfo Bodipo, que continua acentuando su olfato goleador, había hecho su tercero en los nueve encuentros de Liga que ha jugado tras culminar una buena jugada de su equipo en el 35' de juego. Para colmo hispalense, el centrocampista italiano Enzo Maresca había sido expulsado en el 40', lo que les dejaba el encuentro más ‘patas arriba’ de lo normal. Pero, apelando a la épica, la entidad andaluza se armó de casta, entrega y valor personificados en la entrada de Kanouté para tratar de dar la vuelta al choque, a priori casi imposible puesto que a lo ya añadido se unía el hecho de jugar en uno de los campos más difíciles de la categoría, el estadio de Riazor, ante uno de los equipos más en forma de la competición. Sin embargo, Jiménez y los suyos no se arredraron, y dando una lección de coraje, y con 10 jugadores, firmaron la hazaña madre en La Coruña, donde lograron anular a un equipo local que se veía ya en Champions, logrando finalmente la victoria por 1-3. Luis Fabiano, poco después del descanso, y Renato, aprovechando sendos pases del punta de Mali, se valieron para dar la vuelta al resultado antes del 80’ de juego, abatiendo así al Depor que nada pudo hacer ante el gol de Diego Capel en el descuento ya tras culminar una gran contra de Navas.
Así, los andaluces se sitúan en tercera plaza con los mismos 35 puntos que el Madrid, mientras que el Depor es séptimo con 30. Se le está atragantando este año el club hispalense a los de Lotina, puesto que la semana pasada también se enfrentaron en Copa con victoria sevillana.
Por su parte, Valencia y Villarreal ofrecieron un auténtico tributo al fútbol en Mestalla, donde ambos equipos empataron en el derbi a tres en uno de los mejores partidos disputados en nuestra Liga en el siglo XXI, y desde luego, el mejor de esta temporada. Ambos equipos, sabientes de la trascendencia del choque, salieron a por todas desde el primer minuto, siendo los locales quienes golpeasen primero, anotando dos goles en los primeros diez minutos firmando un espectacular inicio. Baraja a los pocos segundos con la testa, y Villa tras una gran jugada individual, forjaron una honda brecha en Pellegrini y los suyos. Pero no se rindieron, quedaba mucho partido. Y, otra vez más, fue ‘el gol psicológico’ el que hizo despertar a su equipo, cuando justo antes del descanso, Fuentes, con la cabeza, batía a Renan. El segundo tiempo fue todo un monólogo de ocasiones, emoción y expectación. Liderados por Pires, los castellonenses intentaron dar la vuelta al choque ante un Valencia dominante que, apoyado en Manuel Fernandes, trataba de mantener el resultado. Pero este Villarreal es mucho Villarreal, y no podía sumar su cuarta derrota consecutiva. No con este equipo. No con Pellegrini. A falta de un cuarto de hora, el partido enloqueció. Joseba Llorente establecía las tablas tras mucho insistir batiendo a Renan en el área chica. Pero solo tres minutos después, Edu devolvía a su equipo al segundo puesto de certero cabezazo a centro de Mata, mientras que en el 83’, Rossi establecía el 3-3 definitivo aprovechando un claro agarrón de Joaquín a Capdevila sancionado por el colegiado Medina Cantalejo. Entonces, ocasiones se sucedieron para uno y otro equipo, que terminaron por no fructificar. Monumento al fútbol en Mestalla en el encuentro más injusto de toda la Liga: el encuentro en el que los dos equipos merecieron la victoria.
De este modo, los ‘chés’ se sitúan en cuarta plaza con 34 puntos, mientras que Villarreal entra en UEFA sexto con los mismos 30 puntos que Atlético y Depor.
Y ojo con el Málaga, que viene pegando fuerte esta nueva Liga, y que, no sin polémica, derrotó al Betis en el Ruiz de Lopera, estadio donde nunca había logrado vencer. Los de Tapia salieron sin complejos, con el mismo once que la pasada jornada doblegó al Sporting en La Rosaleda. Pronto, al cuarto de hora, Apoño adelantó a los malacitanos de penalti demostrando su gran habilidad desde el punto fatídico, desde donde aún no ha fallado en toda la competición. A partir de ahí, los verdiblancos trataron de despertar, pero se topaban con un Goitia que hoy sí, volvía a ser aquel que maravilló el pasado año en Segunda, pero que nada pudo hacer ante un magistral lanzamiento de falta de Archille Emaná desde la frontal que entró besando la escuadra en el 38’ de juego. Los locales, entonces con diez por expulsión de Melli, lo dieron todo para tratar de llevarse los tres puntos, algo que se les complicó más tras el descanso con la expulsión de Emaná por una falta innecesaria sancionada por Turienzo Álvarez. Y, con nueve jugadores, y para sorpresa de todos, los sevillanos sacaron la bestia que llevan dentro para tratar de impedir a los de la Costa del Sol hiciesen pleno de derbis fuera de su estadio, pues curiosamente sus dos únicas victorias fuera fueron ante Sevilla y Almería. Goitia trabajaba más de la cuenta para tratar de no encajar el segundo, mientras que por arriba, los dos Luque, Duda, y el recién entrado Eli, estudiaban sin cesar la carcomida zaga sevillana para tratar de penetrar en ella. Y lo lograron en el descuento de partido, cuando Eli, aprovechando una coyuntura en el área bética, lanzaba un zambombazo a la escuadra imparable para el ayer titular Ricardo.
Los blanquiazules se ponen en octava posición con sus 28 puntos, a solo dos de zona UEFA, mientras que los de Chaparro, que acumulan seis encuentros sin ganar, en los que solo ha logrado un punto, caen hasta la 16ª plaza con 18 puntos. Van a dar guerra los de Málaga, que las matan callando. Si es que quien ríe el último...
En Barcelona, se enfrentaban dos equipos necesitados de puntos, un Espanyol que no gana desde la novena jornada, cuando se impuso por 1-0 a Osasuna, y que ni siquiera Mané parece poder levantar, y el Almería de Hugo Sánchez que últimamente parece salir de la crisis en la que entró en los últimos tiempos de Arconada como técnico. Las cosas pintaban bien para los del mejicano, que se adelantaban en el 4’ de juego tras remachar con la testa una falta. Eso noqueó por completo a la entidad local que se limitó a ver como el Almería dominaba con miedo y poca precisión el encuentro. Tras el descanso, de nuevo el delantero nigeriano hizo el segundo tras culminar una gran jugada colectiva que enmudeció el Estadio Lluis Companys (que hasta hoy hemos llamado Montjuic en el blog, por lo que pedimos disculpas, pero es la costumbre). Entonces, el Almería se relajó, y permitió la reacción catalana. El recién entrado Román Martínez metía a los suyos tras aprovecharse de un lío en el área rojiblanca y hacer el 1-2 (en posible fuera de juego). Con estas, el Almería se arredró y se echó para atrás, acongojado, no dándose cuenta de la reacción espanyolista, que se culminó en el último instante del tiempo de descuento (más del necesario el añadido por González Vázquez) gracias a un magnífico gol del central argentino Pareja de falta directa.
Pese a lograr empatar en las últimas, los de Mané son 18º con 15 puntos, mientras que el Almería, con cinco más, está 14º.
El Sporting, otro que sigue con ritmo firme, venció al Valladolid en su feudo, El Molinón. Los de Preciado fueron inmensamente superiores a un equipo que llegó a ser tachado de revelación hace no tanto, pero que suma ya cuatro derrotas consecutivas, la segunda seguida ante el conjunto gijonés, por el mismo resultado, 2-1. Curiosamente, el autor de aquellos dos goles fue David Barral, el mismo que le hizo el segundo al club de Mendilibar, pues antes, en el 18’ de juego, el genial Carmelo había abierto la lata y desdibujado aún más al conjunto pucelano. La lesión de su meta titular Asenjo les está pesando, y de que manera. En el 31’ de la primera, el lateral Marcos era expulsado por doble amarilla, lo que unido al tanto de Barral descolgó al Valladolid de un modo total. Pudiéronle caer más, pero el Sporting, muy centrado, no buscaba eso, sino su seguridad, que se vio medianamente turbada en el 88’ de juego por el central García Calvo, que acortó distancias a la salida de un córner de cabeza. Pero no pasó a mayores, el triunfo se quedó en casa.
Los de Preciado se colocan en novena plaza con 24 puntos, uno más que los de Mendilibar, que comienzan a ver ya musarañas. Corren malos tiempos por Valladolid.
En Soria, el Numancia se medía al Getafe en un encuentro de mucha importancia para los locales. Con mucho frío y aún algo de nieve sobre el campo, el meta getafense, el ‘Pato’ Abbondanzzieri hizo honor a su mote a los tres minutos de juego y se autoexpulsó al cometer una estupidez en el área ante Gorka Brit. Barkero no falló desde los 11 metros y puso el encuentro muy cuesta arriba para los de Víctor Muñoz, que pese a todo, lo intentaron con insistencia durante el choque y con uno menos. El Numancia no sentenciaba, dejaba vivo al conjunto azulón, que creía en el milagro. En un milagro que diluyó Carlos Aranda tras batir a Jacobo en el 80’ de juego, firmando la sentencia del ‘Geta’ en tierras surianas y con el que el punta talaverano suma su segundo gol en los tres partidos que lleva jugados. Todo un acierto el incorporarle en el mercado invernal.
Los de Kresic se ponen de este modo con 20 puntos, en la 15ª plaza, dos por debajo del Getafe, que cuenta con un punto más en su casillero.
Terminaremos con el encuentro que midió en El Sardinero a dos equipos que podrían estar mejor de lo que están, el Racing y el Recreativo de Huelva. Ambos empataron a uno en un choque entretenido, con vidilla, y de claro color onubense. Los locales golpearon primero merced a un gran tanto de Jonathan Pereira, cuya definición ante Asier Riesgo dejó boquiabierto a más de uno a los 33’. Por parte de los de Alcaraz, el punta Camuñas no quiso ser menos, y, emulando a Messi, se guisó y se comió una preciosa jugada digna de crack que terminó en el fondo de las mallas casi en el descanso. En la segunda parte, el Decano de nuestro fútbol mereció más ante los de Muñiz, en el que pudimos ver ciertos destellos de calidad de las botas de Óscar Serrano, Jonathan Pereira, Zigic, y más tarde Toni Moral, que sustituyó al extremo catalán inexplicablemente cuando era el único capaz de crear peligro, o al menos eso parecía.
Punto que sabe bien para ambos, y que permite a los onubenses seguir fuera del descenso, pues siguen 17º con 17 puntos. Mientras, el Racing es 12º, con 22 puntos.
En resumen, esto es todo lo que ha pasado en los campos de Primera División esta Jornada 18. De nuevo, el Barça ha vencido, ha convencido, y ha reforzado su liderato. Como el grande que es, como lo era Guardiola cuando jugaba. El era el Xavi o el Iniesta de este genial equipo que, liderado por Messi, no entiende de edades, razas, ni demases distinciones. Gracias por seguir la jornada con nosotros. Volveremos el próximo jueves con la Copa. Un saludo lectores.
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