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martes, 28 de julio de 2009

El tricampeón responde al Madrid con un fichaje 'a lo Florentino'


Ibracadabra ya está en Barcelona. Ha necesitado su tiempo, pero finalmente la directiva culé ha conseguido vestir de blaugrana a una de las grandes joyas del mercado estival, un fichaje completamente imprescindible (Guardiola no contaba con Eto'o, por lo que el equipo necesitaba un '9') y que sirve además para contrarrestar el enorme impacto originado por Florentino en su misión de construir el nuevo Madrid. Y es que, aunque algunos se esfuercen en negarlo, el crack sueco es un jugador a la altura de las brillantes incorporaciones madridistas y sin duda va a dar mucho que hablar durante la nueva temporada que se avecina. Los 40 millones más la venta de Eto'o y la cesión de Hleb son la única pega que se le puede poner a la operación, en mi opinión un precio totalmente desorbitado teniendo en cuenta la inclusión de un jugador de la talla del camerunés en el traspaso. Pero a Guardiola no le interesaba el 'león indomable' por su complicado carácter y, como todos sabemos, lo que dice Pep va a misa. Y por ahora no se está equivocando para nada. El pasado año convirtió una plantilla rota y desmoralizada en la mejor del continente basándose en la 'expulsión' de dos de los grandes pilares de aquel Barça campeón de Liga y de Europa: Deco y Ronaldinho, y ahora parece querer hacer lo mismo con un jugador de máximo protagonismo en las dos últimas Champions logradas por el Barça (marcó en las dos finales, tanto en París como en Roma) y que asegura una media de treinta goles por temporada.
A simple vista no es comprensible de ninguna manera, pero si el señor Guardiola, que ha estado aguantándole un año, ha insistido tanto en su marcha, tendrá sus razones, ¿verdad?.
Sin embargo, y para colmo, lo cierto es que Ibra no es conocido precisamente por su buen hacer en el vestuario sino más bien por lo contrario. Su fuerte temperamento le ha llevado a protagonizar acciones como la ocurrida hace pocos meses, cuando mandó callar a su afición al anotar un gol por haber pitado al equipo durante el partido. Sin embargo, y contradiciendo sus acciones pasadas, el sueco se ha presentado en la Ciudad Condal con un discurso humilde y plagado de compañerismo, sin los tintes de prepotencia que llevaron a su representante a decir hace apenas unas semanas que Zlatan "es mejor que CR9, Kakà y Benzema juntos", y asegurando que viene a Barcelona a "aprender de mis compañeros, pues están los mejores del mundo en cada línea, y a formar parte de la historia de este grandísimo club", además de recalcar varias veces que "no hay un club como este, soy el hombre más feliz del mundo".
Por último, y para terminar esta pequeña descripción del espigado atacante sueco, he de mencionar sus cualidades futbolísticas, pues, aunque este humilde redactor se haya dedicado únicamente a sacar a la luz sus fallos y defectos, las tiene a montones.

Estamos hablando posiblemente del jugador con más técnica individual de todo el panorama futbolístico. Y es que, a pesar de su gran tamaño, no hay regate o finta que se le resista al gigante sueco, capaz de cualquier cosa con el balón en los pies. Y si no que se lo pregunten a las férreas defensas transalpinas, que han sufrido durante más de un lustro las inimaginables diabluras de Ibra. Otro factor determinante de su juego es su gran remate de cabeza, pues reuniendo altura, potencia y oportunismo, Zlatan se convierte en uno de los mejores cabeceadores del continente, si no el mejor.
A pesar de su posición de '9' puro no suele destacar en la faceta goleadora, aunque siempre alcance al final de cada temporada una cifra considerable de goles, muchos de ellos en momentos cruciales, pues es un jugador que suele responder en los momentos decisivos.
Ello le ha valido convertirse este año en capocannoniere de la Lega Italiana con 25 dianas, ayudando a su equipo a alzarse con el Scudetto, cuarto consecutivo para los milanistas.

Y si ya a todo eso le sumas la exquisita elegancia de todos sus movimientos en el terreno de juego nos encontramos ante un jugador único, especial, el fichaje más caro en la historia del FC Barcelona: Zlatan Ibrahimovic.

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