La novena jornada del Campeonato Nacional de Liga se caracterizó por el predominio del '2' en las Quinielas. Y es que solo tres equipos (Valladolid, Sporting y Atlético) lograron cosechar triunfos ante su afición en esta caótica jornada.
El Barcelona, líder en solitario de la Liga, le endosó cuatro al Málaga en La Rosaleda, donde se medían dos equipos en racha. El club malacitano perdió su racha de 4 victorias consecutivas en Liga, en lo que fue un partido pasado por agua y que tuvo un claro dominador, el Barça, y un equipo que no supo danzar bajo la lluvia, el club local de Tapia. Xavi, motor indiscutible del Barcelona, adelantó de falta al club de Guardiola a los 5 minutos de juego. Pero Duda, desde fuera del área, hizo el gol de la jornada para igualar el marcador solo siete minutos después al anotar desde fuera del área sin ángulo apenas. El Málaga se venía arriba, pero un nuevo tanto de Messi destrozaba al club de la Costa del Sol definitivamente, que veía como su conexión Miguel Ángel-Apoño-Eliseu-Duda no funcionaba como había estado funcionando en jornadas anteriores, y Baha y Adrián estaban muy solos arriba. Xavi anotó de nuevo tras el descanso, y Wellington, una de las revelaciones de la Liga, hizo el definitivo 1-4 al intentar desviar un disparo de falta de Dani Alves desde la frontal. Así, el Barcelona suma su undécima victoria consecutiva en competición oficial, y se sitúa al frente de la clasificación con 21 puntos, mientras que el Málaga se coloca octavo con 13.
Por idéntico resultado venció el Villarreal al Athletic en San Mamés ante un Athletic que comienza a desesperar. Este resultado sirve a los castellonenses para evadirse de su sonora derrota en Copa del Rey ante el Poli Ejido en Almería por 5-0. Al igual que en La Rosaleda, el club visitante se adelantó. En este caso, Rossi ponía el 0-1 en el 24' de juego, pero solo cuatro minutos después Etxeberría aprovechaba una mala salida de Diego López para restablecer las tablas. A partir de ahí, los 'leones' pudieron sentenciar, pero se toparon con el ex-arquero del Real Madrid, otro de los jugadores que está llamando con fuerza a la selección que ahora entrena Del Bosque. Tras el descanso, los de Pellegrini salieron más motivados y centrados, y encontraron su premio en forma de gol de manera casi consecutiva personificado en Pires (53') y el gran Santi Cazorla (60'). San Mamés reventó. El Athletic rugía pero no mordía. Como viene haciendo durante toda esta temporada. Altidore rubricó la segunda plaza del Villarreal en el 90', que cuenta ya con 21 puntos. Por su parte, los de Caparrós no salen de la zona de descenso y son penúltimos con solo 5 puntos.
El Atlético de Madrid, por su parte, le dio un respiro a Javier Aguirr, y recuperó esa plaza europea que había perdido hace semanas, tras vencer en el Calderón a un Mallorca en un partido monótono, en el que el claro dominio rojiblanco ante el paupérrimo esquema defensivo de Manzano sirvió para que los tres puntos se quedasen en Madrid. Los de Aguirre continúan mostrando muchas dudas, pero con un jugador como el 'Kun' se bastan y se sobran. El argentino se guisó y se comió el primero al cuarto de hora de juego, y aprovechó, en el 28', un desbarajuste defensivo y un lío en el área para poner el balón fuera del alcance de Moyá. El club local se daba por satisfecho, mientras que los visitantes, dominantes en el segundo periodo, querían pero no podían, y cuando podían, se topaban con un magnífico Leo Franco. Tras el partido, este blog tuvo la oportunidad de hablar brevemente con Mario Suárez, mediocentro cedido al Mallorca por la entidad del Manzanares, que calificó el partido de 'desastre' porque habían 'perdido una importante oportunidad'. Es grande Mario, y seguro que no dentro de muchos años, ocupará ese puesto que ahora ocupa Paulo Assunçao (gran partido por cierto del brasileño que está convenciendo). Los de Aguirre son sextos con 13 puntos, mientras que en mitad de la tabla se sitúan los bermellones con 11.
El Valencia de Emery, por su parte, cosechó su primera derrota en la Liga BBVA, y estropeó lo que había sido la celebración horas antes del choque del mejor arranque liguero de la historia del valencianismo. Su verdugo fue el Racing, 'bestia negra' de los de Paterna, que vencieron en un partido pasado por agua, y que fue tan emocionante como loco, tal y como refleja el 2-4 definitivo del marcador de Mestalla. Tchité hacía el primero de sus tres goles al remachar una contra en el 22'. Villa empataba en el 28', y los locales comenzaban a creerselo. Gran error en esto del fútbol. El Racing lo intentaba más y con más ganas, jugando quizá con el alma, con ese alma que te sale cuando sabes que el futuro de tu técnico depende de tus botas. Tchité lo sabía, y por eso, de tiro cruzado, hizo el segundo en el 50'. Pero Joaquín, aprovechando un mal despeje de Toño, a quien se le resbaló el mojado balón, tras un córner, hizo el empate en el 70' para los chés. Y con el partido al rojo vivo, con ocasiones para ambos equipos, llegó el tercero para los de Santander, otra vez obra del delantero belga, que firmó su primer 'hat-trick' desde que está en España, tras aprovechar un buen centro de Munitis en una jugada a balón parado para picar un cabezazo a la izquierda imposible para Renán. Albelda, en propia meta, cerró la cuenta al tratar de desviar en el área chica una jugada iniciada desde la izquierda y sin mucho peligro aparente. Al final, 2-4 que agua la fiesta valencianista, y que sirve a Muñiz para respirar tranquilo al frente del banquillo racinguista. Un club racinguista que es 15º con 9 puntos, pero que tiene que seguir mirando hacia abajo. El Valencia, por su parte, cae de la cabeza a la cuarta plaza de la Liga, con sus 20 puntos.
20 puntos que también tiene el Real Madrid, que, otra vez más, volvió a aburrir, esta vez en Almería, y que se sitúa tercero en la tabla. Raúl, aprovechando un gran pase de Higuaín, marcaba para los de Concha Espina en el 38' de juego. No lo merecían, pues el Almería había dominado, sin jugar bien, el juego durante el primer periodo. La segunda parte fue ya sí que sí un monólogo local. La entrada del menudo Albert Crusat al campo en sustitución de Juan Manuel Ortiz fue determinante. Entre él y Piatti volvían loca a la defensa madridista, y ni Ramos ni mucho menos Heinze sabían que hacer para pararles. Negredo se reactivaba con la entrada de Kalu Uche al descanso, y en cualquier momento podía caer el gol por parte del club de Arconada, que era un quiero y no puedo constante. Fue Piatti, ese pequeño extremo argentino convertido en enganche y fichaje más caro de la historia del club andaluz, quien rompiese la veda local en el 80', aprovechando un gran centro de Crusat y fusilando a Casillas. Malas sensaciones para un Madrid que acabó pidiendo la hora. No saben jugar bien. Juegan a lo fácil, como le gusta a Schuster. Eso, a la larga, les pasará factura. Y ya llevan así un año. El Almería se sitúa así en mitad de la tabla con sus 11 puntitos, suficientes para mantenerse fuera de peligro.
El Deportivo sorprendió a todo el mundo en el Ruiz de Lopera sevillano, donde se impuso por 0-3 al Betis. Los verdiblancos acarreaban una racha excelente (dos victorias seguidas y jugando bien), todo lo contrario al club de Lotina, que ya había comenzado a deshincharse. Tras una primera parte de toma de contacto, con algún que otro lanzamiento tímido por ambas partes, y en la que no se vieron goles, llegó el tanto de Riki en el 60', bastante polémico. Dos jugadores del Betis chocaban entre sí en un lance cómico, y Ángel Lafita, ante quien se rindió toda Sevilla por su gran juego, servía en bandeja al punta para que remachase ante Casto. A partir de ahí, el Betis se derrumbó. Sin Emaná, sustituído en el descanso, los de Chaparro deambulaban sin rumbo, circunstancia que aprovechó el propio Lafita para poner el segundo en el luminoso a los ochenta de partido. Era el fin definitivo de un Betis que se quedaba con 10 por la expulsión del internacional Sergio García. Otra vez Lafita ponía el broche definitivo a un partido totalmente roto, gol por cierto que no debió haber subido al marcador, pero ya lo mismo daba. Los de Lotina se sitúan de este modo a un punto de la UEFA, con 12 puntos, mientras que el Betis cae con sus 8 tantitos al 16º puesto, sin dejar de mirar la zona de descalabro.
Zona de descalabro en la que continúa el Recreativo de Huelva, que empató en casa ante un flojo Getafe en un encuentro en el que los locales, por enésima vez, merecieron la victoria. Toda la primera parte fue de dominio onubense, con Jesús Vázquez y Javi Fuego creando juego y ocasiones para los delanteros, que no atinaban a rematar ante Abbondanzieri, quien sorprendentemente le ha quitado el puesto a un Jacobo que lo estaba bordando. Javi Guerrero hizo justicia tras el descanso, pero una vez más, y ya van unas cuantas, los pupilos de Alcaraz se relajaron, y, de nuevo, dejaron responder al rival herido, en este caso el Getafe, que, aunque no maravilla como antaño, sigue siendo efectivo y mostrando grandes dotes de calidad. Colunga pudo sentenciar, pero en lugar de eso, Juan Albín, con la testa, puso las tablas en el luminoso en el 82' de juego. La expulsión de Iago Bouzón había debilitado a los locales, que, desde el gol de Guerrero, se vieron dominados por los madrileños. Otra jornada más, el Recre firma tablas, y de nuevo, se deja hacer en los minutos finales. Son 18º, con solo 7 puntos, mientras que los de Víctor Muñoz son ahora séptimos, con 13 puntos, y rozan con los dedos puestos europeos.
El que sigue imparable es el Sporting de Preciado, que de nuevo ganó, firmando su cuarto triunfo consecutivo en Liga (si contamos el de Copa del Rey van cinco). Su rival esta vez fue el Numancia de Kresic, rival directo a priori por la permanencia, y que continúa deshinchándose cuan globo sin rumbo. La garra, el coraje, y sobretodo el compromiso por el sentimiento rojiblanco fueron determinantes en la victoria local. Todos esos factores marcaron el triunfo final de un Sporting que vio como a los 20', Goiria, aprovechando un gran pase de Nagore en profundidad, ponía por delante al conjunto numantino. El Sporting se armó de valor y de garra entonces para remontar el marcador. El público de El Molinón animaba sin parar, convirtiéndose así, como viene siendo habitual, en el jugador número 12 del club gijonés. Y con esa superioridad, Luis Morán logró el empate pasada la media hora de juego tras aprovechar un rechace del central visitante Boris tras un barullo en el área. El pundonor de los rojiblancos les sirvió para continuar intentándolo sin suerte ante un Juan Pablo que presenciaba alucinado el choque. Bilic lo intentaba sin cansarse, incluso estrelló una falta en la cruceta. Pero nada, el gol no llegaba. 1-1 al descanso. En el segundo tiempo los visitantes echaron mano del sentimiento rojiblanco, unidos de nuevo a la garra, el valor, el pundonor y el coraje esportinguista. Y, como no, hablar de sentimiento rojiblanco es hablar de Mate Bilic. Aquel jugador croata que ya es un ídolo entre la afición roja, y que ha rechazado incluso volver a la liga de su país para jugar con el Hadjuk Split por triunfar aquí, algo que sin duda está logrando. En el 65' de juego, aprovechando un gran pase con la cabeza de Matabuena, el killer remataba a la red también con la testa para poner el 2-1. Y solo 10 minutos después, el croata transformó un penalty cometido por Manuel Pavón por mano, y hacía el 3-1 definitivo, que pudo aumentar de no ser por las intervenciones de Juan Pablo, mención aparte del gol anulado a Diego Castro por fuera de juego a poco del final. Los de Preciado, que hace solo un mes eran colistas sin punto ninguno, están ahora con sus 12 puntos en la zona media de la tabla, permitiéndose ya mirar a UEFA. Mientras, un Numancia en horas bajas es 17º, con los mismos 7 puntos que la zona de descenso.
El Sevilla, por su parte, sumó su cuarta derrota consecutiva (la tercera en Liga) en Valladolid, donde, aunque comenzó ganando por 0-2, se vio remontado por una estupidez de Luis Fabiano. Lo que habían logrado Renato y Navas en los primeros 25' de choque, lo estropeó el punta brasileño al tirarse de forma descarada en el área, fingiendo penalty y viendo su segunda amarilla. Tras ello, el Valladolid comenzó a creer que, con uno más, podrían hacerse con el control del juego. Y así hicieron. Jonathan Sesma acortaba distancias antes del descanso, y la entrada de Cannobio tras este le puso más mordiente al ataque pucelano, ataque del que carecían los sevillanos, con un Renato reconvertido en delantero muy solo arriba, y con un esquema excesivamente defensivo planteado por Manolo Jiménez con Romaric, Duscher (al que sustituyó Fazio en el descanso) y Maresca (sustituído por Armenteros) formando el trivote. El propio Cannobio firmó en el 50' el empate tras aprovechar un rechace. Pero los de Mendilibar no bajaron la guardia, y la pegada les dejaba en seguida en frente de la meta de Andrés Palop. Querían más, y no fue otro que el uruguayo ex-del Celta quien lograse un nuevo tanto, este de bellísima factura de falta directa -su segundo- para cerrar el choque. Pudieron caer más, pero Palop estuvo acertado. El Valladolid de este modo llegará al choque ante el Barcelona del próximo sábado con la moral por las nubes, y se sitúan 14º con 10 puntos. Pese a todo lo que está pasando, el Sevilla continúa en puestos UEFA, en esa 5ª posición con 17 puntos, los mismos que hace tres jornadas.
Colista continúa el Osasuna, que sigue sin ganar. Esta vez cayó en Montjüic, donde pudieron ponerle a caldo los pupilos de 'Tintín' Márquez. De no ser por Roberto, meta visitante, los de Camacho se hubieran traído un saquito de Barcelona, pero al final solo cayó uno. Al principio del choque, Raúl Tamudo volvía a errar una pena máxima, la 11ª de las 30 últimas que ha lanzado. Y fíjense, la imagen de los navarros es de las mejores que ha dado hasta la fecha en Liga. Y todo ello mereciendo caer súbitamente ante un Espanyol que por fin rompió su racha de seis encuentros sin ganar, algo que, tras nueve encuentros ligueros, no han logrado los de Camacho -que sin embargo ganaron al Getafe en Copa-. El gol espanyolista se hizo esperar hasta después del descanso, cuando Raúl Tamudo, aprovechando un despiste de la zaga visitante, batió a Roberto en una acción algo estúpida. El Espanyol, que rompe su mala racha, se sitúa 10º con 12 puntos, mientras que Osasuna, colista, tan solo tiene 4.
Eso ha sido todo, que no ha sido poco, lo que nos ha deparado la novena jornada de Liga. Esperemos que la décima sea igual de entretenida. De nuevo le ofreceremos el análisis más completo de cada partido. Muchas gracias.
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